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Osasuna empuja al Athletic al abismo

El equipo navarro se pasea por San Mamés ante un hundido equipo rojiblanco

El fútbol es para listos, afortunados y tranquilos, es decir para Osasuna. Y no es para tristes, asustados y nerviosos, es decir para el Athletic. Nadie esperaba un buen partido. Ni siquiera regular. Se palpaba la tensión en San Mamés y por lo tanto el partido estaba gobernado por la adrenalina. Es decir: la capacidad del Athletic para atacar sin desmayo, y la capacidad de Osasuna para defender sin aburrirse. Ahí estaba el partido, en ese terreno, no en el de la técnica, ni en el de la inteligencia. Era una cuestión de ánimo, cuando se prescinde del fútbol y se apela a la testosterona, al balonazo, al fútbol directo, a la rapidez para llegar al área contraria. Eso le correspondía al Athletic, mientras Osasuna llevaba otro reloj en la muñeca, mucho más lento, más pausado, a sabiendas de que un empate casi le sacaba de la quema de la clasificación.

ATHLETIC 0 OSASUNA 3

Athletic: Aranzubia; Expòsito, Sarriegi, Amorebieta, Javi González; Iraola, Iturriaga (Garmendia, m. 51); Javi Martínez, Yeste (Etxeberria, m. 64), Gabilondo (Urzaiz, m. 51); y Aduriz. No utilizados: Lafuente, Prieto, Zubiaurre y LLorente.

Osasuna: Ricardo; Izquierdo, Cuéllar, M. Flaño, Monreal; Nekounam; Juanfran (Juanlu, m. 45), Muñoz (Puñal, m. 61), Raúl García, David López; y Soldado (Webó, m. 77). No utilizados: Elía, J. Flaño, Cruchaga y Font.

Goles:0-1. M. 29. Penalti inexistente de Amorebieta a Soldado que transforma Muñoz engañando a Aranzubia. 0-2. M. 46. Disparo de David López tras un contragolpe. 0-3. M. 72. Izquierdo, en jugada personal.

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Cuéllar, Sarriegi y Amorebieta. Expulsó a Aduriz (m. 90) por doble amonestación.

Unos 40.000 espectadores en San Mamés. Un espectador saltó al campo en el minuto 62, siendo reducido por los vigilantes de seguridad.

La calma, al parecer, es más rentable. El estrés en el fútbol no es un buen compañero. Quizás por eso, Osasuna se encontró con un gol anulado a Soldado, por un fuera de juego milimétrico, y luego con un gol legal, aunque por una decisión discutible del árbitro. A Amorebieta le pudo el miedo y se enredó con los brazos con Soldado, dentro del área. Soldado cayó exageradamente en el área y el árbitro decidió que había sido agarrado. No lo fue, pero hay que reconoce al delantero osasunista la habilidad para engañar al juez de la contienda. Esa es una habilidad que corresponde a los delanteros para hacer no sólo lo que pueden hacer.

El penalti premiaba no se sabe qué, quizás la tranquilidad osasunista y las buenas maneras de Soldado (capaz de desquiciar a Amorebieta, el defensa más fiable del Athletic y de engañar continuamente al árbitro). Lo que sí se sabe es lo que castigaba: la insistencia del Athletic por un fútbol rudimentario, por el fútbol vertical, ese que agradecen los defensas rivales porque les otorga todas las ventajas. Encima, no estaba Urzaiz, con lo que el argumento (?) reducía notablemente su valor.

El Athletic se va cavando su fosa en actos de impotencia permanente. Su fútbol varía poco en función del resultado, lo que desanima a un público entregado a la causa con más devoción que argumentos. Y lo encontró nada más iniciarse la segunda mitad en un gol esplendoroso de David López, tras un magnífico control y un mejor disparo, raso y contundente. Y luego el golazo de Izquierdo, de esos que se recuerdan siempre aunque sólo alimenten el marcador.

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