_
_
_
_
_

Drazen Petrovic desencadena una crisis en el baloncesto yugoslavo

El Cibona de Zagreb tuvo que excusar las iras de su mejor jugador, Drazen Petrovic, que tras el fracaso del martes contra el Estrella Roja de Belgrado (103-104) en Zagreb declaró: "Que jueguen los árbitros Radonjic y Ristovski en el campeonato europeo y en la Universiada; no veo razón alguna para seguir jugando en Yugoslavia". El club aclara ahora que Drazen ha hecho esas declaraciones obcecado, pero que jugará ambos torneos. La federación está decidida a sancionar al irascible Petrovic, que parece creer que está prohibido ganarles a él y al Cibona.

Se afirma ahora que al final del partido Drazen escribió al pie del programa oficial del encuentro: "No ha ganado el equipo, / ha vencido el hijo de ese tipo", refiriéndose a que, supuestamente, los árbitros del partido habían sido propuestos por el padre de Zoran Radovic, jugador del Estrella Roja. Los colegiados denunciaron al final del rodeo que supuso el encuentro Cibona-Estrella Roja que recibieron amenazas de muerte por parte de Usic, que les habría dicho: "No saldréis vivos de Zagreb, os matarán mis amigos".Hay mar de fondo en la canasta yugoslava, y sólo faltaba que se recalentaran los mimos de Drazen Petrovic, al que todos dan por protegido de Mirko Novosel, hombre fuerte del Struchni Savet (consejo asesor de expertos del baloncesto yugoslavo) y de la Universiada, que se disputará en Zagreb en julio. Los clubes dálmatas (Zadar, Sibenka y Jugoplastika) y los belgradenses (Partizan y Estrella Roja) se han reunido por separado para defenderse de un fenómeno Cibona que quiere hacer y deshacer. Ya se discute la máxima, hasta hace poco lapidaria, de que "lo que es bueno para el baloncesto yugoslavo es bueno para el Cibona". Se habla de que estos clubes vetarán el paso de sus mejores ases al omnipotente equipo zagrebense.

Novosel-Cosic

Al fondo del remolino está el odio enconado entre Novosel y Kresimir Cosic, actual entrenador de la selección federal, ya grande como jugador mundial cuando Drazen empezaba a dar sus primeros saltos. Novosel acaba de declarar que en Tenerife, durante el pasado Mundobasket 86, el mormón Cosic se negó a entrenar a Petrovic en domingo por prohibírselo su religión. El 95% de los comentaristas deportivos yugoslavos se ha alzado en defensa de Cosic, cuya integridad moral y profesional se yergue entre las intrigas. Novosel cuenta con el apoyo de ese alto mando del baloncesto yugoslavo, formado por cuatro o cinco sabios del Struchni Savet, cuya intromisión no tolera Cosic.Petrovic, que al final del partido vació una jarra de agua sobre la cabeza del delegado arbitral, está comprometido con el Real Madrid, al que se incorporará después de los JJ OO de Seúl, en verano de 1988.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_