"Paciencia, Pedro"

José Luis Mendilibar se estremece cuando recuerda la impaciencia de Pedro León. En un mundo en el que los niños se desesperan por ir al McDonald's o por manipular la PSP, la ansiedad por tocar una pelota con el pie parecía cosa de un pasado remoto. "Ya no hay jugadores así", recuerda Mendilibar, que coincidió con Pedro León siendo entrenador del Valladolid. "En mi época, los niños eran así. Pedro León es de otro tiempo. Y es un niño. Estoy seguro de que ahora mismo le das un balón en la calle y se pone a jugar. ¡Yo, en los entrenamientos, le tenía que echar! Era de los que se quedaban después a hacer el tonto con la pelota, a echar tiros, a practicar faltas. Eso es bueno, pero no siempre. A veces, cuando el entrenamiento había sido muy duro, se le cargaban las piernas por no irse a descansar".

Mendilibar: "Se aburría en la banda. Había que decirle que hay un balón para 22"

Esta noche Pedro León Sánchez vuelve al encuentro de su pasado: el Murcia. El Murcia es el equipo de su patria chica. El primer equipo que abandonó apresuradamente tras litigar con los dueños para emprender una carrera fulgurante que le llevó a jugar en tres clubes. Desde 2007 se enfrentó a las directivas del Murcia, el Levante y el Valladolid. Luego, jugó un año en el Getafe, en el que le abrieron la puerta de salida sin problemas. Ahora se encuentra ante una situación tan desconocida como difícil: está en el Madrid y ha tocado techo. Su impaciencia le somete a una tortura desconocida. Por primera vez en su carrera, es suplente. Todavía no entra en el equipo titular en la Liga. A sus 24 años, o aprende a esperar o puede que no encuentre un sitio mejor al que ir.

Tras un mes de tensión intentando aplacar las ansias del jugador, el técnico madridista, José Mourinho, le lanza mensajes tranquilizadores. "¿Qué puede ofrecer Pedro? Su calidad como jugador", dijo ayer antes de anunciar que será titular en la Copa junto con Casillas, Ramos, Pepe, Arbeloa, Alonso, Canales, Granero y Benzema.

"Tiene sus cualidades", prosiguió Mourinho, "y sus defectos. Cosas que mejorar y cosas que están en un momento de evolución muy alta. Es un potencial titular del equipo. Suplente hoy y titular mañana. Pero para que juegue él ahora habría que quitar a Di María o a Cristiano. Y me parece que en este momento todos entendemos por qué juegan Cristiano o Di María. Hasta el propio Pedro lo entiende perfectamente. Él sabe que su misión es aprovechar los minutos que tenga, continuar demostrando que es un jugador válido, continuar probando que su cabeza está donde debe estar, no donde ha estado unos meses atrás".

Pedro León es un talento natural y un profesional tardío. Un caso extraño. Un futbolista para quien el contrato es secundario. Le repugnan los pormenores de la vida social, prefiere quedarse recoleto en casa y vive obsesionado con jugar al fútbol lo antes posible y durante todo el tiempo posible. "Se aburría en la banda", recuerda Mendilibar; "había que explicarle que hay un balón para 22 y que tenía que esperar a que le llegara para hacer su juego y no ir siempre a buscarlo al medio".

La impaciencia le empujaba, según Mendilibar: "Salió un poco peleado con el Levante y con el Valladolid. Él creía que su carrera tenía que ir más rápida".

"De juvenil, se acostumbró a ser el niño bonito", prosigue el técnico; "ahora se encuentra conque alrededor son mejores que él o iguales. Y lo que tiene que hacer es pensar que seguro que jugará muchos partidos. Debe disfrutar de los entrenamientos y estar preparado para cuando haya lesiones o sanciones para ser titular. No sentirá la presión. No es de los que se ponen nerviosos si tienen que salir al Bernabéu".

Ni en el Bernabéu ni en San Siro, donde metió el gol del empate (2-2) frente al Milan en la Champions.