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Pellizotti, excluido del Giro

La UCI ordena expedientar por dopaje al ciclista italiano, al esloveno Valjavec y a Rosendo

Carlos Arribas

El ciclista italiano Franco Pellizotti se convirtió ayer en la víctima más notable del pasaporte biológico, el medio puesto en marcha por la Unión Ciclista Internacional (UCI) en 2008 para detectar lo indetectable, el dopaje sanguíneo conseguido mediante microdosis de EPO o autotransfusiones sanguíneas.

El nombre de Pellizotti (Liquigas), escalador de 32 años, tercero y luego segundo, tras el positivo de Danilo di Luca, en el Giro de 2009 y último rey de la montaña del Tour, es uno de los tres que figuran en el comunicado de la UCI, junto al del español Jesús Rosendo, de 28, sevillano de Camas y sin victorias en su palmarés, y el del esloveno Tadej Valjavec (Ag2r), de 33, dos veces campeón de su país y décimo en el Tour de 2008.

Tanto Pellizotti como Valjavec tenían previsto participar en el Giro de este año, que comenzará precisamente el próximo sábado en Ámsterdam. Ninguno lo podrá hacer al haber sido suspendidos provisionalmente por sus equipos a la espera de que sus federaciones respectivas resuelvan los correspondientes expedientes.

El de Rosendo es el segundo caso de dopaje en pocos días en su conjunto, el Andalucía. La semana pasada se conoció el positivo por EPO del granadino Manuel Vázquez.

Hasta llegar a Pellizotti, quien el año pasado hundió a Carlos Sastre en el Giro con su tremendo y victorioso ataque en el Blockhaus y que en 2008 sacó 22 segundos a Alberto Contador en la impresionante cronoescalada de Plan de Corones, el pasaporte biológico sólo había atrapado entre sus mallas a ciclistas en el final de su carrera, como Rubén Lobato e Igor Astarloa, o de nivel discreto, como los italianos Pietro Caucchioli y Francesco de Bonis o el español Ricardo Serrano, todos ellos suspendidos en 2009.

En el pasaporte biológico, un instrumento antidopaje que sólo es obligatorio en el ciclismo, figuran de manera longitudinal todos los datos de los análisis de sangre (hemoglobina, hematocrito, reticulocitos...) efectuados a lo largo de las temporadas (hasta 30 al año) a los corredores. A todos ellos, siguiendo un método bayesiano, estadístico, se les calculan unos parámetros individuales y cualquier desviación de esos valores es una sospecha de dopaje, como la de los tres ciclistas que ayer anunció la UCI. Como con cualquier positivo analítico, la sanción prevista es de dos años de suspensión.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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