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Crónica:25 años después, Barça-Athletic en la final de Copa
Crónica
Texto informativo con interpretación

Pinto y Messi salvan al Barcelona

Los azulgrana eliminan al Mallorca gracias a un penalti parado por el portero y un gol del delantero

El Barcelona empató en Palma y jugará la final de la Copa del Rey contra el Athletic. Los dos goles de ventaja de la ida no le alcanzaron para una vuelta tranquila. El éxito final no esconde que pasó un nuevo mal trago. La formación fue tan atrevida como temeroso su fútbol en el estadio rojillo.

Guardiola convidó a su equipo a que le siguiera y, fiel a sus principios, alineó a los muchachos de la Copa para que confirmaran la buena trayectoria en el torneo y sellaran la clasificación. Los chicos no le defraudaron a pesar de que mantuvieron su extraña manía de jugar los partidos de cabo a rabo, sin cerrarlos, circunstancia que a punto estuvo de costarles caro porque el Mallorca estuvo en un tris de igualar la ronda: Chori Castró enganchó un remate a la escuadra al filo del descanso y en la reanudación el árbitro pitó un penalti y expulsó a Cáceres. Apareció entonces Pinto y rechazó el tiro de Martí para recordar que la final se la han ganado los actores secundarios, fieles a la idea de su líder, Guardiola, y entregados igualmente a su figura, Messi, que salió en el último tramo para firmar la clasificación.

MALLORCA 1 - BARCELONA 1

Mallorca: Lux; Josemi, Ramis, David Navarro, Corrales (Aduriz, m. 77); Castro (Scaloni, m. 73), Martí, Mario (Cléber, m. 61), Arango; Webó y Keita. No utilizados: Aouate; y Trejo.

Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Cáceres; Busquets, Touré, Keita; Hleb (Xavi, m. 85), Bojan (Messi, m. 58) e Iniesta (Márquez, m. 53). No utilizados: Jorquera; y Pedro.

Goles: 1-0. M. 45. Castro, desde la frontal del área y con la izquierda. 1-1. M. 80. Messi pica el balón por encima de Lux.

Árbitro: Rubinos Pérez. Expulsó con roja directa a Cáceres (m. 40) y con dos amarillas a Josemi (m. 63). Amonestó a Touré, Pinto, Aduriz, Piqué, Ramis, Corrales y Keita.

Unos 18.000 espectadores en el Ono Estadi, de Palma de Mallorca.

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El Barça acabó con Messi y empezó con Bojan. Anoche no se jugaba la Liga, torneo en el que los azulgrana han perdido los dos últimos partidos, sino que se disputaba la Copa. Guardiola prescindió de Henry, de Eto'o y de Xavi y apostó por jugadores como Hleb (titular en seis de los siete partidos de Copa), Bojan (pichichi del equipo en la competición con cuatro goles) e Iniesta, que reaparecía después de una lesión de 15 días. La alineación, inédita en el torneo, incluía a Cáceres de lateral izquierdo y mucho nervio en el centro del campo.

Iniesta se encargó de coser al plantel y, por un momento, pareció que el equipo recuperaba su mejor color futbolístico. El manchego estuvo incluso aiciarse el choque. Acto seguido, sin embargo, se lo llevó el viento, como a todo el colectivo barcelonista.

El Mallorca fue entrando de forma paulatina en el partido y empezó a alcanzar el área. Y, como ya es costumbre últimamente en los rivales del Barça, marcó en cuanto remató entre los tres palos. Incluso con el descanso de por medio, el gol desorientó al Barça, expuesto a la derrota y a la remontada del Mallorca. A poco de la reanudación, el colegiado pitó penalti por una entrada de Cáceres y expulsó al uruguayo. El pase a la final quedó más o menos en manos de Pinto. Éste dio un paso al frente y paró con las piernas el lanzamiento de Martí. El portero se ganó con el pie derecho un lugar en la historia. Demostró en su nombre y el de sus compañeros que si Guare sus compañeros que si Guardiola creía en la alineación de la Copa no era gratuito.

La intervención de Pinto desarmó al Mallorca y animó al Barcelona. Los cambios acabaron por resolver el litigio futbolístico. La entrada en la cancha de Messi resultó especialmente decisiva. Aunque le revolcaron entre el lateral y el central nada más salir -Ramis fue amonestado por ello-, en la segunda intervención forzó la expulsión de Josemi. Igualadas las fuerzas, y como si le despabilara mirar el precipicio, el cuadro azulgrana enfiló la portería y Messi firmó el empate con una acción muy bien definida después de un error de la zaga de un Mallorca desquiciado después de fallar el penalti, inferior desde que se movieron los dos banquillos, desinflado.

Ya no había más que discutir. El Barça alcanzaba la final de la Copa, un éxito si se tiene en cuenta que llevaba 11 años sin disputarla. El resultado de anoche y el partido no esconden, en cualquier caso, que el equipo anda muy justo de fuerzas, con independencia de quién juegue, y ya suma cinco partidos así. El sábado próximo se enfrentará precisamente al Athletic en el Camp Nou en un partido de Liga que servirá para tomar el pulso a la final de la Copa. Guardiola confía en que la clasificación libere a sus muchachos de la tensión vivida desde que perdieron el clásico catalán frente al Espanyol.

Josemi trata de cortar, en falta, un avance de Messi.
Josemi trata de cortar, en falta, un avance de Messi.REUTERS
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Mestalla espera a los más laureados

Equipo más laureado del torneo, con 24 títulos, el Barça disputará el 13 de mayo, en el estadio de Mestalla, su 34ª final de Copa en 93 ediciones. Hacía 11 años, desde 1998, también en Valencia y ante el Mallorca (los azulgrana ganaron por penaltis) que el equipo que ahora dirige Pep Guardiola no peleaba por el trofeo.

Las semifinales no se le habían dado bien últimamente al Barça, eliminado por el Atlético por incomparecencia (2000), por el Celta (2002), por el Getafe (2007), que le remontó un 5-2 en el Coliseum (4-0), y por el Valencia (2008), el actual campeón.

Los barcelonistas han jugado 33 finales y ganado 24, una más que el Athletic (23 en 34). El Madrid cuenta con más finales (36), pero menos títulos (17). Un dato expresivo es que los dos grandes no han ganado la Copa en los diez últimos años. Los títulos se los repartieron Valencia (1999 y 2008), Espanyol (2000 y 2006), Zaragoza (2001 y 2004), Deportivo (2002), Mallorca (2003), Betis (2005) y Sevilla (2007).

El rival del Barça será el Athletic, que no disputaba una final desde hace 24 años. Ambos equipos se han medido en cuatro: dos victorias para cada uno. La última (1984) fue para el equipo entrenado entonces por Javier Clemente frente al de César Luis Menotti. El choque, muy accidentado, acabó con una tangana monumental en la que participó Maradona.

El Athletic ha batido a Recreativo, Osasuna, Sporting y Sevilla. El Barça, a Benidorm, Atlético, Espanyol y Mallorca. Pero el último duelo de las semifinales de anoche fue distinto. Mientras el Athletic hundió al Sevilla con empuje y suficiencia, el Barça sufrió en un encuentro en que su portero, Pinto, se erigió en el héroe. Dominó la escena en el momento de mayor presión. Se colocó bajo el larguero, tiró un escupitajo al suelo y se pensó el penalti en décimas de segundo. Cuando se decidió, miró a Martí, que aguardaba el pitido del colegiado. "¡Eh, eh!", llamó su atención. "¡Allá tú, pero me voy a tirar a la izquierda", le indicó. Martí disparó al centro. Pinto se fue a la izquierda, como había advertido. Pero sacó una pierna, la derecham para rechazar el balón y, de paso, salvar al Barça.

"Pinto ha llegado en el momento que más le necesitábamos", convino Alves. "Nos ha dado mucha tranquilidad", ahondó Messi; "ha sido clave". El propio Pinto recogió el testigo: "Los penaltis son una cuestíón de cara o cruz. Hoy me salió cara". "Si hubiéramos caído, habría sido un palo emocional muy fuerte", concluyó Guardiola.

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