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Plaza, primer campeón olímpico del atletismo español, sancionado con dos años por dopaje

El Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ha sancionado con dos años al marchador Daniel Plaza por haber dado positivo en un control antidopaje previo a los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. El CEDD ha atendido el recurso presentado por la Comisión Nacional Antidopaje tras el expediente exculpatorio que había recibido de la Federación Española de Atletismo. A Plaza, el primer campeón olímpico del atletismo español, se le encontró nandrolona, un producto anabolizante, en el análisis y en el contraanálisis hecho a las 48 horas. Después, en el control obligatorio para todos los participantes olímpicos, existieron dudas y, siguiendo sus normas en casos así, el laboratorio lo dio negativo.

El caso Plaza, arrastrado desde hace más de un año, ha acabado por convertirse en emblemático dentro de los controles antidopaje efectuados en España, y casi ha desembocado en una lucha entre la credibilidad del laboratorio antidopaje de Madrid y la de un atleta, Daniel Plaza. Al final ha tenido que decidir el CEDD el pasado viernes.Plaza compitió en Atlanta porque dio negativo -con dudas, pues parecían quedar rastros de nandrolona-, en el control preceptivo del Comité Olímpico Español, y no brilló. Sólo acabó 11º en su prueba, los 20 kilómetros marcha, y no tuvo que ir al control antidopaje. El atleta ha pasado numerosos en su carrera y nunca había tenido problemas. Incluso después ha seguido compitiendo, aunque no ha vuelto a tener la forma ni el resultado que consiguió el 31 de julio de 1992 cuando ganó la primera medalla de oro olímpica del atletismo español en los Juegos de Barcelona, días antes de la obtenida por Fermín Cacho en los 1.500 metros. En los pasados Mundiales de Atenas fue octavo. Pero desde la comisión se quiere defender lo objetivo de los datos de un control, aunque se trate de un atleta destacado. El caso ha tenido un largo recorrido hasta su resolución.Un año de expediente

La Federación Española de Atletismo, tras conocer el resultado positivo que le notificó el laboratorio antes de Atlanta, abrió el oportuno expediente disciplinario, cuya depuración duró prácticamente un año. Su resolución fue sobreseer el caso exculpando al atleta. La comisión antidopaje, disconforme con la decisión, recibida hace tres meses, presentó e¡ correspondiente recurso que le permite la ley ante el CEDI). El máximo tribunal del deporte ha decidido revocar el sobreseimiento e imponer al atleta la sanción estipulada en casos así, dos años de suspensión.

La nandrolona es un producto anabolizante cuyo uso fundamental es para el fortalecimiento de la musculatura del deportista. En principio no estaría indicado para un marchador, pero sí tiene otros efectos que favorecen en general a los atletas, como aumentar la capacidad de entrenamiento y producir euforia para la preparación.

La Federación Española argumentó en su resolución para exculpar al atleta razones que no han sido atendidas por la comisión. Una de ellas, la citada de su utilidad para el marchador. También que podría haberse producido el positivo por una ingesta de carne. Un endocrino ha señalado que para dar los niveles de nandrolona que dio Plaza tendría, que haberse comido una vaca entera, y no precisamente frita. También se rechazó el uso de una pomada tópica extranjera, al no aportar pruebas.

La comisión ha tenido siempre claro que la nandrolona estaba en el análisis y que eso podía producir un efecto favorable. Desde fuentes de la federación se ha esgrimido incluso para defender al atleta que en el laboratorio existió una bajada de tensión mientras se efectuaba el control y que hubo errores analíticos por ese fallo eléctrico. Pero la comisión lo desmiente y pide que se aporten pruebas de ello. Defiende al laboratorio diciendo que nunca le han podido encontrar un fallo y que se trata de uno de los más prestigiosos del mundo con una media de análisis efectuados entre 6.000 y 7.000 anuales.

Desde el Consejo Superior de Deportes se mantiene que hay que defender al deportista , pero también la verdad, duela a quien duela. Y desde la comisión, donde existen actualmente 29 expedientes por resolver -es decir, con dudas o revisiones como en el caso Plaza- y la media anual de positivos se acerca al centenar, se reconoce que hay muchas reticencias en las federaciones a reconocer positivos cuando se trata de atletas símbolo, algo muy diferente al ser desconocidos los implicados. No existe el mismo rasero, y para la comisión no hay nombres, sino casos.

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