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Farinós cierra el círculo

El centrocampista firma por el Levante y vuelve a Valencia, comunidad en la que ha defendido cuatro clubes distintos

De los 19 futbolistas que vistieron la camiseta del Valencia en las dos finales de la Liga de Campeones consecutivas que el club perdió a principio de milenio (2000 y 2001, ante el Madrid y el Bayern de Múnich, respectivamente) solo quedan dos en Primera División. Uno, Abelda, que nunca se movió de Valencia; y el otro, Francisco Javier Farinós (Valencia, 1978), que vuelve a la ciudad donde todo empezó, para vestir la camiseta del Levante, tras un recorrido que le llevó a Milán con la zamarra del Inter, Vila-Real, Mallorca y Alicante, en las filas del Hércules. "Jugar aquí supone algo especial", explicó el medio el día de su presentación, tras haber firmado un contrato por una temporada.

Muchos jugadores de aquel equipo que sorprendió a Europa con Héctor Cúper en el banquillo nunca volvieron a encontrarse con el éxito una vez que dejaron la capital valenciana. Farinós es uno de ellos. No cuajó en el Inter y el Mallorca le dejó ir a un equipo de Segunda División, el Hércules. El año pasado, tras un exilio de la élite del fútbol español durado cuatro años, volvió a pisar los campos de Primera. Sin mucha suerte. Una lesión que arrastraba desde la temporada anterior le impidió debutar hasta enero y, cuando lo hizo, ante el Barcelona, fue expulsado después de 17 minutos.

Tras este principio tan poco prometedor, empezó a sumar partidos (12), un gol y dos asistencias, pero no consiguió frenar la estrepitosa caída del club alicantino hacia la Segunda División. Un destino al que Farinós no quiso someterse. "Tenía un buen contracto en el Hércules, pero jugar en Primera me motiva", admitió el centrocampista. Para un jugador que con 21 años rozó la cima europea y se fue a Italia -el Inter pagó 12 millones- y que en 2009, mientras peleaba por ascender a Primera, admitió que el golpe peor de su carrera no fue "pasar del Inter al Mallorca, sino de Primera a Segunda", su deseo es comprensible. Llega al club granota con la carta de libertad, dado que tenía una cláusula en el contrato que le liberaba en caso de descender.

Ahora, con 33 años, vuelve a respirar los olores de la ciudad que bautizó su etapa dorada -estuvo cinco años con el Valencia antes de irse a Italia-, aunque con una camiseta diferente. De paso, ha conseguido el récord, difícil de igualar, de vestir cuatro camisetas de equipos valencianos -Valencia, Villarreal, Hércules y Levante- en Primera. "Estoy perfecto físicamente, acabé la Liga muy bien y espero continuar así", dijo Farinós, consciente de que su estado físico es determinante para su tipo de fútbol, que se centra en recuperar balones y activar rápidamente los mecanismos ofensivos del equipo. "Soy un futbolista que si está al 100%, soy muy bueno; pero si no, soy malo. Tengo un poco de todo, pero nada excelente", se retrató una vez. Valencia vuelve a abrazarlo, el Levante espera descubrirlo.

Farinós, en el día de su presentación como jugador del Getafe.
Farinós, en el día de su presentación como jugador del Getafe.KAI FÖRSTERLING (EFE)

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