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La plantilla salva al final al Hércules de la desaparición

El Hércules salió ayer con bien del compromiso más difícil de su historia. A última hora el club llegó a un acuerdo sobre la deuda con los jugadores que le permite evitar el descenso y la desaparición. La buena noticia la dio el consejero delegado, Ángel Luna, bien entrada la pasada noche. La renuncia de los jugadores a cobrar la totalidad de sus contratos permitirá al Hércules seguir en Segunda B.

Este acuerdo in extremis fue posible gracias al sacrificio de la plantilla, que aceptó rebajar en un 40% las cantidades que el club le adeuda: de 315 a 190 millones de pesetas. La moratoria de 24 horas que la comisión mixta de la Asociación de Fútbolistas (AFE) y la Liga Profesional de Fútbol (LFP) le concedió al Hércules ha sido un balón de oxígeno para la supervivencia de la entidad. Durante el día de ayer volvieron a sucederse las negociaciones con los jugadores, mas la parte del león estaba ya resuelta: a los futbolistas no les quedaba otro remedio que aceptar la rebaja de la deuda.

Para que la negociación llegara a un buen puerto fue necesaria la petición de los propios jugadores a la AFE y a la LFP de una prórroga de 24 horas en la madrugada de ayer. La comisión mixta atendió la petición de los futbolistas después de que el consejo del Hércules presentara unos pagarés por valor de 190 millones de pesetas, la cantidad que se comprometió a pagar el máximo accionista, el constructor Enrique Ortiz, quien sigue de vacaciones en Grecia y ha delegado la solución del contencioso en el consejero delegado Ángel Luna.

Con todo, la situación del Hércules sigue siendo muy delicada, toda vez que el club está en suspensión de pagos desde febrero al no poder hacer frente a una deuda que ronda los 1.500 millones de pesetas. Con tanta precariedad la planificación deportiva del próximo curso está paralizada, si bien ya se han avanzado contactos con Miguel Corominas, ex entrenador del Lleida, para que se haga cargo del vestuario blanquiazul.

Por otro lado, el Recreativo de Huelva acogió con sorpresa su inesperado regreso a la Segunda División A, donde ocupará la plaza dejada por el Mérida. El presidente del Recre, José España, recibió con alegría desbocada la noticia a través de su teléfono móvil, en la voz del gerente de la entidad, Emilio de la Riva, que se había desplazado a Madrid. "Presidente, hemos ascendido sin necesidad de marcar un solo gol", le dijo. La euforia se desató posteriormente en la ciudad.

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