Raúl da media vuelta

Con esa capacidad intransferible para actuar sin que sus marcadores consigan detectarlo, ese don que ha caracterizado su dilatada carrera como goleador, Raúl González Blanco anunció que iba y no fue.

Hace dos semanas accedió el que fuera capitán de la selección española a participar en el homenaje celebrado por la federación a instancias de la UEFA. Así estaba previsto, hasta última hora. El miércoles por la tarde el Schalke 04 envió un comunicado a la federación avisando sobre su ausencia. Poco después llamó Raúl por teléfono para pedir disculpas, amparándose en que su club le exigía que participase en dos entrenamientos el jueves para disputar un amistoso hoy viernes. Eso es lo que informó la propia federación por medio de sus portavoces. Pero ayer en el departamento de comunicación del Schalke 04 no tenían información de un amistoso. "Que sepamos, no hay ningún partido previsto", dijeron en el club alemán.

El enigma se extendió por el salón de actos de la federación, mientras se hacía palpable la ausencia. Estaban Zubizarreta, Casillas y Xavi, y faltaba Raúl. Él, El Siete, precisamente, a quien en su época al frente del equipo nacional llamaban Gran Capitán. La figura de Raúl, de 34 años, es imprescindible para comprender la última década de La Roja. Su repentina media vuelta dejó un vacío y una incógnita que todas las justificaciones oficiales no salvaron.

La excusa del Schalke 04, la necesidad de contar con el jugador más emblemático del equipo para preparar a conciencia un amistoso sin importancia, resulta convincente desde la presunción de que los administradores del equipo de Gelsenkirchen carecen de sensibilidad humana. Podría ser, pero es poco verosímil.

Entre la multitud reunida en Las Rozas circularon las conjeturas. No faltaron las voces que desde la federación apuntaron al probable resentimiento de Raúl hacia Luis Aragonés y algunos de sus excompañeros por no contar con él al formar el equipo de la Eurocopa de 2008.

El acto, que pudo certificar una reconciliación, ahondó en las sospechas. Faltaba Raúl para cerrar el círculo.