Reacción insuficiente

El Sevilla desperdició una buena oportunidad de acercarse a Madrid y Barcelona después de ceder un empate ante el Málaga, igualada que no obstante sabe a gloria después de ser conseguida tras remontar un 0-2 en contra. El equipo hispalense no tuvo la intensidad de otros partidos y el Málaga se aprovechó muy bien de sus dudas en defensa. Ocurre que tiene tanta pegada este Sevilla que incluso con todo perdido es un rival temible, como demostró Luis Fabiano con dos goles cuando peor pintaban las cosas. Al final, lo que cuenta es que el Sevilla pinchó en una jornada en la que podría haber dormido como colíder de Primera.

No hay partido fácil para el Sevilla ni duelo que deba encarar con un ápice menos de competitividad de la habitual. Su panorama deportivo es envidiable, instalado con discreción en el podio de la Liga, y en la víspera del gran clásico entre el Madrid y el Barcelona no podía pasar la oportunidad de vencer al Málaga, el colista de la competición. Por eso resulta doloroso observar que este equipazo ofrezca dudas en defensa y que a veces no juegue con ese ritmo que le hace ser temible. Si a eso se une la impresionante eficacia del Málaga y la falta de puntería de hombres como Negredo y Luis Fabiano, pues resulta que el citado colista le hace dos goles, se ampara en su orden defensivo y grandes dosis de fortuna para irse al descanso con un 0-2 inapelable. Tiene el Málaga la virtud de hacer grandes partidos en Nervión y el encuentro se convirtió en un calco del de la temporada pasada. El Sevilla, con Javi Varas en la portería y Negredo en punta (es decir, Palop y Kanouté en el banquillo) salió incluso al terreno de juego con la buena noticia del empate a uno del Mallorca en Valencia.

Enfrente, un Málaga muy necesitado, que se plantó en Nervión con un historial magnífico, puesto que es el equipo que mejores resultados ha obtenido en el Ramón Sánchez Pizjuán en el presente siglo. El equipo que dirige Juan Ramón Muñiz vive una situación delicada y anda preso de los nervios, pero tiene buenos jugadores y a poco que se calme obtendrá mejores resultados. El Málaga sabía que la única forma de salir vivo de Nervión empezaba por tratar de imponer un ritmo cansino, que alterara el juego veloz y directo del Sevilla. Así se plantó en el campo, con muchas reservas, lo que no impidió dos acciones eléctricas de su rival, en las que Negredo y Luis Fabiano estuvieron cerca de marcar. El Sevilla se contuvo luego y su falta de ritmo fue aprovechada por el Málaga, que se adelantó a la salida de un saque de esquina. Partido soñado para los de Muñiz, al que lo apuntado en la pizarra le salía en el campo, ayudado también por el palo y la ceguera de Negredo, que envió fuera con todo favor el rechace. El Sevilla no ofrecía su fútbol arrollador, pero sí ocasiones y también unas enormes dudas en defensa, bien aprovechadas por el Málaga. En su segunda llegada al área rival, Duda marcó el segundo. Sin comerlo ni beberlo, y ante el asombro general, el partido se había puesto muy cuesta arriba.

Los partidos suelen ser largos en Nervión y más cuando el Sevilla se lanza al abordaje. Jiménez se la jugó con la entrada de Kanouté por Renato. Si se incluyen a Perotti y Navas, hasta cinco delanteros para buscar al menos el empate. Luis Fabiano acertó a la salida de un saque de esquina y luego la cruzó con estilo ante Munúa. El empate llegó al marcador, gracias también a un paradón anterior de Javi Varas a disparo de Apoño.

Sevilla 2-2 Málaga