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MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Corea del Sur
Columna
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Red Bull no se duerme

La carrera de Corea del Sur sirvió para constatar que Red Bull no se duerme. Comenzaron la temporada con el mejor coche de la parrilla y la terminarán siendo también los mejores, tal como demuestra el título de campeón de constructores que acaban de conseguir. Las evidentes mejoras incorporadas a los dos McLaren no han hecho más que espolear la reacción de los técnicos de la escudería de las bebidas energéticas, que no solo no han parado la mejora de sus monoplazas, sino que han logrado elevar su propio listón para evitar que los británicos acabaran superándoles.

Es cierto que tanto en la carrera de ayer como en las tres que faltan hasta la conclusión del Mundial veremos al mejor Sebastian Vettel, pero también lo es que Red Bull no va a renunciar a nada. La pérdida de la pole position, la primera que no ostentaban esta temporada, no le sentó nada bien a Vettel, que tuvo la sensación de que pudo haberla conseguido. Pero el joven bicampeón mundial alemán tuvo a la hora de la verdad el coraje de batallar con Lewis Hamilton a por todas hasta arrebatarle el liderato en las primeras curvas. Para ello necesitaba un coche que le concediera la tracción del Red Bull y que fuera capaz de sacar el mejor rendimiento de los neumáticos desde el primer minuto. Y lo tuvo.

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Aunque no lo digan y no se vislumbre en el coche, en Red Bull nunca han parado de evolucionar sus monoplazas. No ya pensando en esta temporada, que también, sino con la vista puesta en la próxima campaña, en la que de nuevo quieren ser los mejores. Hay muchos elementos que pueden mejorarse y muchas piezas que se irán probando en estas últimas carreras porque en invierno habrá muy pocas posibilidades de colocarlas en el coche, dadas las limitaciones de entrenamientos libres. Seguro que Renault está trabajando desde hace tiempo en encontrar un combustible más eficaz que permita reducir el consumo y, por tanto, salir a la pista con menos kilos de gasolina en el depósito. Y seguro también que están buscando dar a su motor una pizca más de velocidad punta, un área en la que tanto McLaren como Ferrari todavía les superan.

Y no hay duda de que Adrian Newey está trabajando en múltiples aspectos aerodinámicos e incluso mecánicos para mantenerse en la cumbre de la tecnología de la fórmula 1. Una prueba de ello es la mejora evidente que sus coches han tenido en la utilización del KERS, que ayer fue clave en la salida y en el desarrollo de la carrera. O en las prestaciones que están consiguiendo cuando abren el alerón trasero para realizar adelantamientos. Son aspectos que Red Bull va mejorando. Un simple cambio en los perfiles puede suponer un aumento importante de la velocidad. Seguro que también están trabajando en el diferencial y realizando pruebas en las geometrías de las suspensiones.

No se pararán. Acaban de conseguir el título de constructores y el de pilotos y ello les ha supuesto unos ingresos que rondan los 80 millones de euros. No están dispuestos a dejar escapar este pastel sin agotar el recorrido de su estructura actual. Red Bull ha invertido mucho para alcanzar la posición de privilegio de que disfruta. Puede que solo le quede otro año antes de cerrar este ciclo ganador. Pero no renunciará a él por nada del mundo.

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