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Reforzar al equipo, mejorar el club

Rosell presenta su precandidatura a la presidencia del Barça con un discurso generoso

A escasos minutos de las nueve, después de una tarde intensa, intensísima, Sandro Rosell, se confesaba emocionado: "Este día no lo olvidaré nunca" a sus seguidores. No es más que un precandidato a las elecciones del Barça, todavía, pero ayer vio como la sede de su candidatura se llenaba a rebosar para el primer acto de precampaña: la presentación de su equipo de trabajo. Más de 700 personas abarrotaron la sala en la que Rosell hizo una declaración de intenciones: reconoce que existe un Barça contento, pero quiere un Barça feliz. Aspira a reforzar el equipo, un modelo ejemplar liderado por Pep Guardiola ?aunque puede brillar aún más con algún fichaje que se guarda?, y a mejorar el club, que debe ser más próximo, más integrador, más plural.

El socio 12.556 entró en la sede pasados 10 minutos de las 19.30, cuando debía dar inicio el acto, entre aplausos y gritos de "president!, president!". Echó mano de un discurso más emotivo y genérico que clarificador, aunque dejó entrever las líneas maestras de su proyecto. Tras evocar sus años como recogepelotas y rememorar que daba los balones a Rexach o Cruyff cuando sólo era un crío, recordó al socio que sabe moverse "bastante bien" en el mundo del fútbol y se apuntó los fichajes de Ronaldinho, Deco, Eto'o y Pedro.

Confesó cuál es una de las inquietudes del culé: "¿Quiere a Guardiola, será su entrenador?", le preguntan por la calle. "¡Claro que queremos a Pep! Es más, estamos obligados a tener la solvencia suficiente para atender sus necesidades; la plantilla debe mejorar en determinados puestos", defendió. "Hablamos de jugadores de nivel Barça, ya me entendéis", dijo. Nada de nombres propios. Aunque, añadió, su primera apuesta "siempre será la cantera". Un modelo, el de La Masia, que además quiere extender al resto de las secciones del club, pues desea "un Barça triunfal", una exclamación que evoca el eslogan de Josep Lluís Núñez en la campaña de 1978: Per un Barça triomfant!

Rosell y su equipo se marcan como objetivo reducir la deuda con el aumento de ingresos, aunque sin vender patrimonio. Además, reformar el Camp Nou, pero con un proyecto nuevo y algo más austero que el ideado por Norman Foster.

La presentación de su candidatura estuvo marcada por las buenas formas: "Debemos olvidar los enfrentamientos y las tensiones", pidió. Y aplaudió gestiones que corresponden "al actual presidente", Joan Laporta, como el convenio con el Unicef y el destierro de los Boixos Nois. Rosell, que formó parte de la directiva de Laporta y a quien el presidente ha acusado de querer negociar comisiones por el traspaso de Ronaldinho, optó por construir desde la discrepancia, que no desde la beligerancia. Aunque eso no fue óbice para que el vídeo de promoción de la campaña se utilizara para la crítica: "¡No a una gestión presidencialista!", clamaba uno de los socios que utilizó como voz. Rosell aspira a internacionalizar el Barça "haciendo deporte, no política". Por algo su eslogan es Tots som el Barça.

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