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Reportaje:

Un 'Rudy' en el patio del colegio

Álex Abrines, mejor baloncestista júnior de Europa, asombra por su juego y descaro pese a que hace un año ni estaba federado

Juan Morenilla

Era una joya escondida. Y ha explotado. Hace poco más de un año, Alejandro Abrines (Palma de Mallorca, 1993) jugaba en el patio del colegio La Salle y ni siquiera estaba federado. Hoy acaba de ser elegido el mejor júnior de Europa tras ganar con España el campeonato sub 18 y es comparado con Ricky Rubio por su impacto y con Rudy Fernández por su juego.

El Unicaja Málaga le acogió para unas pruebas el verano pasado. "¿Pero de dónde ha salido? ¿A quién se lo hemos quitado?", se preguntó el director deportivo, Manolo Rubia. "Cuando nos dijeron que venía de un colegio, no me lo podía creer. Es un chollo".

El conjunto andaluz le echó de inmediato el lazo. El chico dejó a sus padres en Palma y comenzó a vivir en una residencia con otros jugadores y con universitarios. De repente, era jugador del filial del Unicaja, el Clínicas Rincón, y hasta compartió entrenamientos del primer equipo con Aíto García Reneses. Su padre, Gabriel, exjugador de la ACB, quiso que firmara por solo un año para no alterar sus estudios (no fue a una gira de la cantera por China porque debía estudiar la selectividad). Pero su progresión es imparable. En un año, este escolta y alero de 1,98m, delgadísimo y de apenas 80 kilos, se ha convertido en la nueva joya del baloncesto español. Esta semana ha cumplido 18 años, todavía entre celebraciones por el oro del Europeo sub 18 en Polonia y su elección como mejor jugador del torneo: 13,1 puntos y 4,8 rebotes de media.

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El director deportivo de la federación española, Ángel Palmi, cuenta que solo ha descolgado el teléfono dos veces para hablar al presidente, José Luis Sáez, de un jugador al que estaba viendo en directo. La primera fue por Ricky. La segunda, por Abrines. "Es de esos jugadores a los que se le nota que les falta recorrido, pero que tienen un talento innato, como los músicos que luego aprenden, pero llevan las notas dentro. Con Álex pasa eso", explica Palmi. "En algunos jóvenes notamos que les falta un paso más en el conocimiento general del juego. Eso es sorprendentemente lo que tiene Abrines. Sorprende su capacidad para entender el ritmo del partido. Tiene una plasticidad... Recuerda cómo jugaba Alberto Herreros y ahora Rudy. Encadena tiro con penetraciones, con pases... Epi no fue el gran jugador que fue por plasticidad, sino por esfuerzo. Abrines lo hace todo natural. Es una cuestión estética. Me produjo el mismo impacto que Ricky".

"Su evolución ha sido espectacular. Es muy delgadito, y eso lo ha de superar. Hay que tener paciencia. Tiene un descaro... Es un buen tirador de tres, fantástico al rebote y lee el juego muy bien. Con un buen base al lado es un peligro", añade Rubia. "Antes jugaba para divertirse. Ahora, que tiene la presión de competir y ganar, lo sigue haciendo", cierra Luis Guil, su entrenador en la selección sub 18.

El niño competirá en la Liga LEB, pero con la mira puesta en la ACB (ahora Liga Endesa). Tiene dos años más de contrato con el Unicaja. "Hay que tener los pies en el suelo", avisa Rubia, que aprovecha para vender otra joya de la cantera del Unicaja: "Tenemos un alero de 15 años que será muy bueno. Se llama Domantas Sabonis".

Abrines, tras ganar el Europeo sub 18 y ser nombrado mejor jugador.
Abrines, tras ganar el Europeo sub 18 y ser nombrado mejor jugador.FIBA

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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