El duelo Petrovic-Óscar marca la final dio la Recopa de baloncesto Real Madrid-Caserta
El Real Madrid de baloncesto disputa hoy ante el Snaidero de Caserta su segundo título de la temporada, la Recopa europea, en un partido (18.30 horas, TVE-2) que el aficionado interpretará como un duelo deportivo entre el yugoslavo Petrovic y el brasileño Óscar, dos jugadores de características diferentes pero personalidades muy definidas. Para el Madrid es la de hoy una final más dentro de una ya larga lista de éxitos europea. Para el Snaidero es la sexta final en la historia de un club que sólo ha ganado un título, precisamente la Copa de Italia del pasado año.
El Snaidero es un club del sur de Italia, de Caserta, ciudad próxima a Nápoles. Al igual que en el caso del fútbol, del calcio, el Sur tiene en este equipo a un fiel representante, a otro opositor a robarle títulos al Norte.El Snaidero lleva cuatro años intentándolo, periodo de tiempo en el que ha disputado dos finales de la Liga italiana, dos de la Copa y una de la Copa Korac. Pero sólo ha podido obtener un título.
Dicen que el Snaidero se está convirtiendo en un equipo acostumbrado a perder finales, pero su técnico, Francesco Marcelletti, cree que esta negativa estadística es producto de una institución muy joven y que ha recorrido mucho camino en poco tiempo.
El Snaidero has llegado a Atenas acompañado de un par de miles de fieles seguidores y con grandes dosis de modestia: "El Real Madrid es el favorito porque es uno de los dos mejores equipos de Europa, junto con el Barcelona. Lo tiene todo, gente alta, buenos tiradores y buen banquillo. Sólo podemos ganarles si hacemos una gran defensa de equipo y si sabemos ser más rápidos", manifestó el técnico italiano a su llegada a Atenas.
Estructuras diferentes
La final enfrenta a dos equipos de estructura muy diferente aunque el gran público los caracterice por la idiosincrasia de sus dos figuras extranjeras, Petrovic y Oscar.
Se trata de dos jugadores acostumbrados a anotar un alto porcentaje de puntos por partido. Son ambos buenos tiradores desde larga distancia, pero que observan otras muchas diferencias en su estilo de juego.
Así, y en apariencia, cada entrenador parece obligado a preocuparse del marcaje de la estrella del rival, pero lo cierto es que el número de problemas es mayor para el italiano que para el español.
Mientras Lolo Sainz adjudicará la defensa de Oscar al norteamericano Rogers, con alguna ayuda de Fernando Martín, su colega Marcelletti tiene que atajar muchas más circunstancias.
Frente a la creencia general de que Petrovic es el hombre clave del Madrid, Marcelletti ha sufrido la experiencia de tener enfrente a un Fernando Martín pletórico que destrozó el juego interior del Snaidero hace escasamente un mes y medio, cuando jugaron en los cuartos de final de esta competición.
En aquel partido, el Madrid ganó tan sólo por 94-95, pero en la cancha de su adversario. Así, para el Snaidero llegaría a ser una suerte que Petrovic tomara un protagonismo excesivo en el encuentro y rompiera, por tanto, el juego colectivo del Madrid. Aunque parezca mentira, ello simplificaría bastante las cosas para el equipo italiano.
El Snaidero es un equipo de tendencia atacante, aparentemente muy dependiente de los más de 30 puntos de promedio del brasileño Óscar.
Cuenta, sin embargo, en sus filas con jóvenes representantes del nuevo baloncesto italiano, como el base Gentile, considerado por algunos expertos como el mejor director de juego italiano en estos momentos, y el escolta-base Expósito.
Otro internacional en sus filas es el alero Dell'Agnello, rápido y rocoso, mientras que su único pivot fijo es el búlgaro Glujov, precisamente quien precediera a Fernando Martín como primer europeo en jugar en la Liga profesional norteamericana (NBA). Los veteranos Boselli y Colesello cumplen el papel de dignos y resolutivos suplentes.
Por otro lado, la Recopa está empezando a convertirse en un torneo con amplia presencia española en sus últimas ediciones.
Hay que hacer constar que desde 1984 España ha ganado tres títulos (el Real Madrid en 1984 y el Barcelona en 1985 y 1986) y ha contado con dos finalistas más, el Joventut, el pasado año y, en esta edición, obviamente, el Madrid.
