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VALENCIA 3 - OSASUNA 0

Sentencia Villa

El poderoso ataque del Valencia anula la prudencia de Osasuna

Recuperada la confianza al calor de Mestalla, el Valencia venció a un Osasuna solamente ambicioso cuando se encontró por debajo del marcador, después de un gol lleno de gracia de Joaquín en el inicio de la segunda mitad. Sentenció Villa en dos acciones finales que evitaron innecesarios sufrimientos postreros para un Valencia que tiene agarrada con merecida propiedad la tercera plaza en la Liga, a pesar de todos los problemas que tiene en los últimos meses para formar una defensa de garantías. El conjunto de Emery se defiende atacando. Su poder ofensivo es inestimable.

Al igual que el pasado jueves ante el Atlético, un saque de esquina ensayado a favor del Valencia derivó en una ocasión de gol para Osasuna. Un balón en largo desde la defensa navarra se convirtió en una magnífica ocasión para Aranda, que se plantó solo ante César y no supo qué hacer. Para sí la hubiesen querido cualquiera de los atacantes del Valencia. El juego de espaldas a portería y el remate aéreo es el fuerte de Aranda, al igual que el de Pandiani. De gran envergadura física, tanto el delanteromalagueño como el uruguayo no se distinguen por su habilidad. Todo lo contrario que el ataque del Valencia, un día más formado por Mata, Silva y Villa. Rápidos, habilidosos y livianos, los tres, junto a Pablo Hernández, ayer reposando en el banquillo, sustituido por Joaquín, están sosteniendo al Valencia en lo más alto de la clasificación, tras Barça y Madrid, fuera de competición.

Valencia 3 - Osasuna 0

Valencia: César; Bruno, Maduro, Dealbert (Baraja, m. 14), Jordi Alba; Banega, Fernandes; Joaquín (Pablo Hernández, m.68), Silva, Mata (Vicente, m. 85); y Villa. No utilizados: Moyà; Lillo, Míchel y Domínguez.

Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Sergio, M. Flaño, Monreal; Camuñas, Nekounan (Rúper, m. 86), Vadócz, Calleja (Esparza, m.69); Aranda y Pandiani (Masoud, m. 75). No utilizados: Roberto; Josetxo, Echaide y Galán.

Goles: 1-0.M. 48. Joaquín de espuela a pase de Mata. 2-0. M. 89. Villa a pase de Pablo Hernández. 3-0. M. 94. Villa de penalti.

>Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Camuñas y Ricardo

Unos 30.000 espectadores en Mestalla.

Con todo el poder en cancha ajena, el Valencia se deshace en su propia parcela por falta de efectivos. A Unai Emery le está tocando inventarse partido a partido una defensa nueva, con lo poco que dispone y reciclando centrocampistas. Como Jordi Alba reconvertido a lateral izquierdo o Manuel Fernandes en central. El portugués, sin más remedio recuperado para la causa por Emery, inició el encuentro de centrocampista y al cuarto de hora ya compartía espacio con Maduro en el eje de la defensa por una nueva lesión. Esta vez le tocó a Dealbert. El descanso de Baraja duró poco, ya que pronto le tocó ingresar en el terreno de juego

La falta de defensas equilibra en parte partidos que el Valencia pretende siempre gobernar a partir del talento y la rapidez de acción de su poderoso ataque. Con Banega en el inicio en la creación, el vértigo distingue al conjunto valencianista cuando pisa territorio ajena. El único momento de pausa la sirve Silva, esperando los movimientos de sus compañeros de vanguardia. Desconfiados los contrarios de la lucidez del canario cuando el esférico llega a sus pies, el sigilo de Villa, cuya capacidad innata para hacerse invisible y desquiciar a las defensas contrarias con sus apariciones sorprendentes, hace el resto. Con Silva, Mata y Joaquín de asistentes, Villa resultó el receptor de todos los envíos que llegan al área rival. En una de ellas el asturiano encaró sólo ante tres defensores navarros. Una vez dentro del área de Ricardo, Miguel Flaño abortó la acción con una zancadilla que Mejuto González, el árbitro del encuentro, no apreció como punible.

Con gran ambición e intensidad, el Valencia regresó del descanso con la sana intención de plasmar su superioridad en el marcador. Percutió Mata por la izquierda y remató Joaquín de espuela, con tacto y arte, para evitar a Ricardo. Se reivindicaba ex bético con una acción tan plástica como efectiva, ampliamente deseada y escasamente vista en Mestalla con Joaquín de protagonista. Tuvo que llegar el gol para que Osasuna entendiera que con temor y prudencia no se vence al Valencia. Se estiró el conjunto de Camacho y las cercanías de ambas porterías se frecuentaron de tránsito. Mientras buscaba la sentencia, le tocó al equipo de Emery aplicarse en defensa e intervenir a César para atrapar una victoria que le sitúa placidamente en la tercera posición. Gracias al recuperado calor de Mestalla y sus brillantes delanteros.

Villa,  durante el partido
Villa, durante el partidoAP

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