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Entrevista:GIANFRANCO ZOLA | Ex delantero del Chelsea y entrenador del West Ham | Semifinales de la Liga de Campeones: Barça-Chelsea

"Será la clase contra la fuerza"

Jordi Quixano

Se perdía en sus páginas. No le importaba conocerse al dedillo los datos y menos le molestaba ver siempre las mismas fotos. Un libro con "varios miles de futbolistas" dan para mucho y más para Gianfranco Zola (Cerdeña, Italia; 1966), que de niño se inventaba regates y de mayor los plasmaba en el campo. The Magic Box (La Caja de Sorpresas), como apodaron los aficionados del Chelsea al que fue su delantero, dirige ahora al West Ham. "En el fútbol, lo más importante es anticiparse. Se debe imaginar y fantasear antes de que ocurran las cosas", argumenta. Por eso le atrae el Barça, rival del Chelsea en las semifinales de la Champions -el partido de ida, mañana en el Camp Nou-, por su capacidad para inventar y generar peligro en situaciones inverosímiles.

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Pregunta. ¿Cuál era su fotografía favorita?

Respuesta. De muy pequeño, como para todos los niños de Cerdeña, mi ídolo era Gigi Riva. Después, al crecer, me fijé en Platini y Zico. Hasta que me fichó Luciano Moggi para el Nápoles y conocí a Maradona. Era el mejor del mundo. Para mí, que quería absorber fútbol, no había mejor escuela. Estar con Maradona ha sido mi fortuna porque sobre el campo era una inspiración. Para aprender no se necesitaba hablar con él. Bastaba con verle jugar.

P. Pero no existía mucho sitio para los jugadores creativos en la Serie A, ¿no?

R. Desafortunadamente, para los futbolistas como Roberto Baggio y yo hubo un momento muy complicado en Italia por el tipo de juego que se practicaba. Sólo existía el 4-4-2 rígido, clásico. Demasiado orden y poco espacio para los que nos salíamos de la regla. Pero nos hicimos nuestro hueco porque el fútbol necesita jugadores creativos. Yo lo encontré en el Parma y luego, por problemas económicos del club, en el Chelsea. Fue un amor a primera vista. Ellos se enamoraron de mi modo de jugar y yo del suyo de vivir.

P. ¿Qué le enseñaron los técnicos Gullit y Vialli?

R. Gullit fue un entrenador magnífico. Le gustaba mucho el juego de equipo y dejaba absoluta libertad de expresión al futbolista. De ahí, que nos bautizaran como el Sexy Chelsea por el juego atractivo. Vialli era lo contrario. Exigía que todos se atuvieran a la disposición táctica.

P. Y no fue suficiente para superar al Barça en la Champions en la temporada 1999-2000.

R. No. En la ida [3-1], hicimos una primera parte excepcional. No pasaron del centro del campo y no sabían hacernos daño: 3-0. Pero, en el segundo acto, Figo logró un tanto de asombrosa dificultad. La vuelta [5-1] fue uno de los peores días porque sólo nos dedicamos a defendernos. Figo, otra vez. No le podíamos controlar. También jugaron Puyol y Xavi, excepcionales, y Guardiola, que me gustaba mucho porque era el intérprete del equipo y movía a todos con sus pies y su cabeza. Recuerdo que me vino al final del partido y me dijo: "Mala suerte, a Figo no hay quien le pare". A lo que le respondí: "No se le puede marcar".

P. ¿Se parece en algo aquel Chelsea de entonces al de ahora?

R. Más bien, no. Nosotros teníamos muy buena técnica y el de ahora quizá es más físico.

P. ¿Y no le molesta ver un fútbol tan físico?

R. Rotundamente, sí. Es un pecado porque, cuando se ensalza lo físico, baja lo técnico. Pero eso no quiere decir que no me guste, ¿eh? La Premier también ha cambiado con tantos inversores, millones y futbolistas de todo el planeta. Es un espectáculo y la consecuencia es que el fútbol inglés es el más importante del mundo. Sólo hay que mirar la supremacía en Europa, donde tres equipos de las semifinales de la Champions son ingleses.

P. ¿Y no le gusta el Barça?

R. Si dijera que no me gusta, significaría que no entiendo de fútbol. Es excepcional, mágico. Todos le miramos y aprendemos de cómo juega. Me gusta cómo se expresa en el campo. La verdad, me habría encantado jugar en un equipo así. Y creo que con Messi me divertiría muchísimo. También lo haría con Xavi, Lampard y Drogba. No sé... En esta eliminatoria no se puede descartar a ninguno. El Barça juega al fútbol de maravilla. Y el Chelsea tiene puntos fuertes [no los aclara porque dice que no quiere dar ventajas al rival] y, desde que ha llegado Guus Hiddink, el equipo ha mejorado notoriamente. Es un conjunto sólido y difícil de batir. Se verá un partido abierto. Es la fuerza contra la clase.

Gianfranco Zola, el pasado sábado en el banquillo del West Ham en el partido contra el Chelsea.
Gianfranco Zola, el pasado sábado en el banquillo del West Ham en el partido contra el Chelsea.EFE

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