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Final de Copa de la UEFA

¡Sevilla, Sevilla, Sevilla!

La prensa destaca la proeza del Sevilla sin olvidar la mala suerte de un digno Espanyol

AS: ¡Viva el fútbol!

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Fue extraordinario. Nadie merecía perder. Nadie. Cada equipo había trazado un camino hacia la gloria. El Sevilla lo había construido por su acoso inagotable y el Espanyol por su resistencia espartana. Cuando empezaron los penaltis resultó imposible adivinar qué historia completaría el destino, qué final había elegido. No tardamos en descubrirlo. Eligió a Palop, que, apunta Alfredo Relaño, merece una calle. Se puede llorar por el Espanyol a grifo abierto, porque no es posible imaginar una suerte más cruel que la del equipo que superó todas las adversidades posibles, dos marcadores en contra y un jugador menos, y al que ni siquiera la hazaña le sirvió para ganar. El mismo equipo que llegó para borrar la pesadilla de hace 19 años y que repitió los mismos pasos de entonces, muerte en los penaltis. Otra vez a las puertas, y sin perder un partido.

SPORT: ¡Qué mala suerte!

Contrasta la edición impresa con la digital de este periódico catalán. En la primera, el Sevilla acapara toda la plana celebrando el triunfo, reservando sólo un par de frases para el conjunto blanquiazul. En la segunda es el Espanyol el protagonista, por tener diez jugadores sobre el campo, aguantar una prórroga, forzar los penaltis y quedar con la miel en los labios. Unos penaltis que, tal y como sucedió en la anterior final europea del Espanyol, no dieron suerte a los blanquiazules, que vieron como la UEFA se les volvía a escapar de las manos desde los once metros. Luis García, Jonatas y Torrejón vieron cómo Palop detenía sus disparos y los goles de Kanouté, Dragutinovic y Puerta fueron suficientes para que la gloria volviera a orillas del Guadalquivir por segunda temporada consecutiva.

MARCA: Bicampeones

El diario abre con un especial sobre la Copa de la UEFA y elogia sobradamente al guardameta sevillista, Palop, que vuelve a ?dar un trofeo? al equipo hispalense, que ?sólo él podía decidir?. Después de ciento veinte minutos para la historia, sevillistas y pericos tuvieron que jugarse el título en la lotería de los penaltis y ahí el meta nervionense detuvo tres lanzamientos. La alegría inundó la zona sevillista de Hampden Park y La Cartuja, mientras la tristeza se apoderaba de la espanyolista, que defendió con orgullo y raza sus opciones de conquistar ese título europeo que tanto se les resiste. Los de Juande, con este nuevo título, dan un salto muy grande entre los grandes de Europa que esperan elevar al infinito optando a ese triplete para el que ya 'sólo' le quedan Copa del Rey y Liga. Lástima que sólo pudiera ganar uno. La entrega, coraje, calidad, esfuerzo y mil y un calificativos más con los que queramos envolver el juego con el que nos deleitaron sevillistas y espanyolistas. Pero tenía que ser uno el que se llevara el gato al agua y en la lotería de los penaltis la suerte, o el acierto, cayó del lado andaluz.

EL MUNDO DEPORTIVO: Otra final cruel

La crueldad futbolística en su máxima expresión. Otra vez. Como hace diecinueve años, la Copa de la UEFA castigó al Espanyol en los penaltis para entregársela al Sevilla. Fue un gesto histórico impropio de una final, hurgando en la llaga del pasado. Llegando a la prórroga exhaustos, después de jugar una hora con uno menos y tras una agónica remontada. De nuevo, una pena máxima. Valverde no merecía llorar de nuevo. Al Espanyol le queda ahora dar las gracias a una plantilla a la que nadie ha sido capaz de tumbar. Quince partidos y ni una sola derrota. Pero eso no ha bastado. Queda la imagen de esta generación de jugadores abrazados en un extremo de Hampden Park. Con las medias bajadas, agotados y reconfortándose unos a otros. No pasa nada. Habrá otra oportunidad. Con los penaltis, puntualiza el diario, ''ya se sabe''.

DIARIO DE SEVILLA: El drama, la supervivencia, la gloria?¡¡CAMPEÓN!!

Sufriendo. Sobreviviendo. Amagando y no dando. Agonizando. El Sevilla atravesó de muchas maneras el perfecto planteamiento que el Espanyol ejecutó para intentar frenar a uno de los equipos que más y mejor fútbol desarrolla en Europa. El equipo barcelonés agobió al campeón de la Copa de la UEFA mientras estuvo con once sobre el campo, con un despliegue físico imposible de mantener. Como fruta madura, el Sevilla esperó su momento. Lo encontró sin merecerlo. Cuando mereció pasearse se empeñó en escribir el drama por encima de todas las cosas. Lo logró, pues el Espanyol logró empatar en una prórroga demencial. Palop refrendó que el título es en gran medida cosa suya (aquella noche de Donetsk?) y dejó de nuevo al Espanyol sin el título, como en 1988, deteniendo tres lanzamientos para situar al Sevilla en la absoluta aristocracia continental. Es el fútbol un juego de supervivencia, y más en torneos coperos. El Sevilla logró sobrevivir. ¡¡CAMPEÓN!!

ELMUNDO: Palop atrapa la segunda UEFA

Toda la gloria para este Sevilla, que dio la primera estocada en lo que puede ser un fin de año memorable. Demostró su recién conquistada jerarquía y ganó una final que le exigió paciencia, precisión y sobre todo un máximo esfuerzo. El Espanyol no tuvo nada que ver con el Middlesbrough de 2006, dominó durante muchos minutos y dejó bajo la lluvia de Glasgow una gloriosa estampa de dignísimo finalista y las mismas lágrimas de 1988 en Leverkusen. La Copa costó una prórroga y ríos de sudor 'palangana'. La victoria sólo se aclaró tras la expulsión de Moisés, la aparición de Navas y la renuncia de Valverde a Tamudo y De la Peña, con la prórroga y los penaltis como único asidero. No admite más crítica el Espanyol, que se vació y derramó grandeza.

El Sevilla festeja el triunfo
El Sevilla festeja el triunfoREUTERS
El equipo de Juande gana por segunda vez consecutiva gracias a una gran actuación de Palop en los penaltis.Vídeo: CNN+

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