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Crónica:SEVILLA 1 - VALENCIA 0 | FÚTBOL | Sexta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Sevilla caza al Valencia

El equipo de Emery, superado por los andaluces durante una hora, falla luego un penalti y desperdicia jugar 35 minutos con uno más

Rafael Pineda

No hay forma de que el Valencia de Unai Emery gane en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla se llevó tres puntos de oro porque fue mejor durante una hora de partido y supo sufrir después, con un jugador menos, cuando utilizó otro fútbol muy distinto al que mostró antes de las expulsiones de Trochowski y Escudé. En inferioridad numérica, el Sevilla apeló a la épica y a una cierta dosis de provocación, factores que acabaron por desquiciar a un Valencia de poco cuajo, lento y previsible, que falló un penalti cuando contaba con 11 jugadores por nueve del Sevilla y que, además, se encontró con un impresionante Varas en los escasos lances donde fue capaz de superar el solvente entramado defensivo del equipo andaluz.

SEVILLA 1 - VALENCIA 0

Sevilla: Varas; Cáceres, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Medel, Trochowski, Perotti (Coke, m. 69); Kanouté (Rakitic, m. 58) y Negredo (Manu del Moral, m. 79). No utilizados: Palop; Alexis, Campaña y Armenteros.

Valencia: Guaita; Bruno (Barragán, m. 46), Rami, Víctor Ruiz (Soldado, m. 71), Mathieu; Maduro, Banega, Tino Costa; Jonas, Aduriz y Piatti (Canales, m. 63). No utilizados: Alves; Ricardo Costa, Parejo y Feghouli.

Goles: 1-0. M. 17. Kanouté.

Árbitro: Muñiz Fernández. Expulsó con doble amonestación a Trochowski (m. 56) y con roja directa a Escudé (m. 67) y Aduriz (m. 70). Amonestó a Tino Costa, Spahic, Rakitic y Rami.

Unos 35.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.

Los locales apelaron a la épica y a cierta provocación ante un rival previsible

No se deben restar méritos al triunfo del Sevilla por más que la actuación de Spahic y Fernando Navarro en la expulsión de Aduriz resultara triste. Aduriz picó al responder a la provocación del defensa bosnio con un pisotón. Spahic se tiró como si le hubiera fulminado un rayo, acompañado de los aspavientos de Navarro. Puro teatro. Pero luego el Valencia fue incapaz de, al menos, empatar un partido que se decantó para el Sevilla por el gran esfuerzo de sus jugadores. Solidario en la presión, aupado por su formidable portero y la briega de Medel, con la grada convertida en un formidable aliado, el equipo de Marcelino se llevó un partido que jugó de forma estupenda durante 55 minutos. Escaso de fútbol y atascado por el centro, donde aglomeró a demasiados futbolistas, el Valencia pagó su inocencia y falta de eficacia.

El primer partido, ese que duró 55 minutos, ofreció lo mejor del Sevilla. Un equipo que se pareció mucho al que Marcelino tiene en su cabeza. Dinámico y fresco, adelantó la defensa e hizo de la presión adelantada su razón de ser. El Valencia, al que Emery pertrechó con una defensa con tres centrales, dos carrileros y tres centrocampistas, quizás mirando de reojo el duelo ante el Chelsea, fue superado una y otra vez. Tuvo el balón, pero sin peligro, en interminables conducciones de Banega o Tino Costa.

El Sevilla, ante tanto jugador en el centro del campo, tenía otro plan. El balón directo a Kanouté y Negredo vino acompañado de la mejor actuación de Navas en lo que va de año. El internacional desbordó una y otra vez a Mathieu, por dentro, por fuera, a una velocidad endiablada, abusando de un futbolista que el pasado miércoles pareció otro ante el Barcelona. Kanouté marcó un gol legal, injustamente anulado por fuera de juego, lo que no ocurrió a los 17 minutos. Un despeje de Spahic se lo tragó Víctor Ruiz para que Navas encontrara una autopista por la derecha. La defensa del Valencia se quedó anclada en el área y Kanouté no desaprovechó el regalo de su compañero. Como en tantas ocasiones precedentes, la conexión entre Navas y el delantero africano resultó excelente para el Sevilla.

El Valencia encajó mal el gol y le tocó sufrir, superado ante un rival rápido y preciso, con dos grandes extremos y buenos rematadores. Solo resucitó tras las expulsiones de Trochowski y Escudé. Entonces falló un penalti y fue incapaz de convertir en gol su aplastante superioridad. Como un cervatillo, cayó en la trampa del Sevilla.

Kanouté y Navas celebran el tanto del Sevilla.
Kanouté y Navas celebran el tanto del Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

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