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JUEGOS OLÍMPICOS DE PEKÍN

Shanghai no quiere ni un mosquito en los Juegos

El Centro Municipal para el Control y la Prevención de Enfermedades inicia un plan para acabar con las plagas antes de las olimpiadas

La ciudad china de Shanghai, donde se celebrarán este verano nueve partidos de fútbol de los Juegos Olímpicos de Pekín, incluido el que decidirá la medalla de bronce de la categoría masculina, ha declarado la guerra a los mosquitos, en parte para evitar que empañen la cita deportiva, según ha informado Xinhua. En la húmeda ciudad oriental, atravesada por dos ríos y situada al sur de la desembocadura del gigantesco Yangtsé, acaba de comenzar una campaña de diez días para eliminar las primeras generaciones de mosquitos que tradicionalmente aparecen en Shanghai durante sus meses de sofocante calor veraniego.

Entre los objetivos de la iniciativa está garantizar "un ambiente agradable para los partidos de fútbol de los Juegos Olímpicos", ha señalado Leng Peien, uno de los responsables del Centro Municipal para el Control y la Prevención de Enfermedades Contagiosas de Shanghai, organizador de la campaña. "La experiencia nos ha demostrado que se reducirá de manera eficiente el número de mosquitos en verano si controlamos la primera generación al principio de la primavera", comenta Leng, quien ha asegurado que las nevadas del pasado invierno, las mayores caídas en China en medio siglo, no han afectado a la hibernación de los mosquitos locales.

Todas las sedes de Pekín 2008

Las investigaciones del centro indican que, en comparación con marzo de 2007, el mes pasado hubo un 20 por ciento más de mosquitos en Shanghai, debido a un aumento del 134,85 por ciento en las afueras de la metrópoli. Sin embargo, según las cifras oficiales, en los distritos del centro urbano, como el de Xuhui, donde se sitúa el Estadio de Shanghai que albergará los partidos olímpicos, la concentración de mosquitos se ha reducido en un 46,15 por ciento con respecto a la primavera pasada.

La Oficina de Campañas Patrióticas e Higiénicas de la ciudad está movilizando a los vecinos para reducir las aguas estancadas que favorecen la cría de mosquitos, mientras se han colocado trampas contra insectos, se han soltado peces que se alimentan de ellos en los ríos y se han pulverizado pesticidas en puentes fluviales.

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