Soriano aparca su candidatura al Barça
El presidente de Spanair anunciará hoy que de momento no se presentará para sustituir a Laporta
Ferran Soriano, presidente de Spanair y ex vicepresidente del Barcelona, ha convocado para hoy una conferencia de prensa sin detallar su contenido y por tanto sin especificar si tratará sobre la compañía aérea, que mañana celebra su Consejo de Administración, o sobre el club, que también ha convocado para mañana a su junta directiva. La mayoría de las fuentes consultadas coinciden en que Soriano comunicará que aparca de momento su intención de presentarse a las elecciones a la presidencia del Barça, convocadas para el 13 de junio, y por tanto no liderará una candidatura para sustituir a Joan Laporta.
Aunque entiende que las presidencias de Spanair y del Barcelona son compatibles, Soriano antepone su trabajo en la compañía aérea a sus aspiraciones en la entidad azulgrana. Así se explicaría que se pronuncie al respecto antes de la reunión del Consejo de Administración de Spanair, para evitar que sus miembros tengan que debatir y pronunciarse en la reunión y se puedan sacar falsas interpretaciones. Soriano, por otra parte, nunca ha dicho que presentaría su candidatura a las elecciones al Barça, pero sí ha reiterado que intervendría de alguna manera en el proceso, circunstancia que podría llevarle a formar parte de alguna lista.
El nombre del ex vicepresidente aparece en las distintas encuestas realizadas a los socios del Barcelona, y la mayoría coincide en que es el segundo candidato mejor situado, por detrás del también ex vicepresidente Sandro Rosell. El vicepresidente barcelonista Alfons Godall ha negociado precisamente la incorporación de Soriano a su lista y no excluía precisamente la posibilidad de que fuera el número uno, circunstancia que provocó el pasado lunes la ruptura con Laporta. El presidente, enfrentado a Soriano, ha cambiado de delfín y ayer ratificó su apoyo a la lista del también vicepresidente Jaume Ferrer, aspirante de la línea menos dura, sobre todo respecto a Xavier Sala i Martín, que ha declinado también participar como cabeza de lista.
El panorama electoral abonaba precisamente un mano a mano de Rosell y Soriano con el permiso del propio Ferrer, de Agustí Benedito y de Jaume Guixà, que también han anunciado su precandidatura. Las presiones recibidas por una parte del Consejo de Administración de Spanair han condicionado la decisión de Soriano, quien, por otra parte, tampoco contaba a su favor con el aparato del club azulgrana, y de ahí posiblemente sus conversaciones con Godall. Ahora es Ferrer quien formará una única lista continuista. La incógnita está en saber cuántos miembros integrará de la candidatura de Godall, en el supuesto de que el vicepresidente renuncie como aspirante, cosa que por ahora descarta. Ferrer, por ejemplo, había expresado al propio Laporta que tampoco descartaba la incorporación del propio Soriano, que fue vicepresidente del Barcelona de 2003 a 2008, cuando dimitió después del resultado del voto de censura. Laporta entendió entonces que Soriano y los ocho directivos dimisionarios habían urdido una maniobra para sacarle de la presidencia.
La candidatura de Soriano, por otra parte, era bien vista por los sectores no nacionalistas catalanes, sobre todo si se tiene en cuenta que tanto Rosell como Ferrer mantienen buenas relaciones con CiU. La irrupción de Laporta en el panorama político también puede condicionar el comportamiento de los partidos en las elecciones del Barça. La salida de Soriano, en cualquier caso, refuerza a Rosell, que sigue ganando sin necesidad de haber anunciado aún su candidatura.
Una mochila empresarial
Ferran Soriano lleva meses diciendo que la presidencia de Spanair y la del Fútbol Club Barcelona serían compatibles. Pero buena parte de los accionistas de la compañía aérea no piensa igual. "Legalmente es compatible, pero en la práctica no. Spanair tiene muchos deberes por hacer y el Barça requiere 36 horas diarias... Tenemos preocupación por este asunto", explica un miembro del consejo de administración de la aerolínea. Otros consejeros se han manifestado en esta línea en declaraciones a este diario.
Soriano asumió hace justo un año la presidencia no ejecutiva de Spanair, pero, en la práctica, su papel en la aerolínea ha resultado hasta ahora muy ejecutivo, de perfil alto, según reconocen fuentes cercanas a la compañía, pese a que el director general es Mike Szucs. "El contrato de Soriano con Spanair puede no ser ejecutivo, pero su sueldo sí lo es", añade un consejero. Otro miembro del consejo apunta: "Spanair todavía tiene mayoría de capital público (la Generalitat y el Ayuntamiento figuran entre los accionistas) y mucho trabajo por delante. Soriano debe elegir". "La gente que se juega su dinero quiere a un presidente concentrado en lo que está", comentan también en una de las instituciones que ha participado en el proyecto. Otros accionistas no se muestran tan recelosos.
Spanair no es una aerolínea como otra cualquiera, batallando en medio de la crisis. La compañía pasó a manos de empresarios e instituciones catalanas a finales de 2009 con la aspiración de convertirla en una suerte de Iberia catalana que potencie El Prat como un gran aeropuerto intercontinental.
Pero no está resultando nada fácil: perdió 100 millones de euros el año pasado y calcula números rojos de otros 30 para este 2010. Esos vuelos intercontinentales tan ansiados no llegarán hasta, al menos, 2012. Y el proyecto de construir un hangar de mantenimiento de aviones, de momento, no ha cristalizado. De hecho, ha contratado estas tareas con Lufthansa Technik y con Adria Technical, esta última en Eslovenia.
Además, la dificultad de encontrar inversores privados en este contexto de zozobra económica ha obligado a más apoyo institucional del previsto. El grupo sueco SAS, la antigua propietaria que aún conserva el 20% del capital, ha tenido que prestar 20 millones a la sociedad IEASA, que controla el 80%, para acabar de cubrir la ampliación de capital de 100 millones del año pasado. IEASA agrupa a la sociedad Volcat 2009 (empresarios de FemCat) con el 31,9% del capital; Inversions Turístiques i Comercials 2009 (sociedad creada por el Consorcio Turismo de Barcelona) con otro 31,9%; Catalana d'Iniciatives (25,5%) y Fira de Barcelona (10,6%).
El año pasado prescindió de 117 pilotos, 75 tripulantes de cabina y una veintena de pilotos. Para poder operar a lo largo de este año, la compañía ha logrado un crédito sindicado de 50 millones, de los cuales 42 corresponden a entidades privadas lideradas por La Caixa y ocho al Instituto de Crédito Oficial (ICO). Además, debe impulsar otra ampliación de capital en 2010 y, si no logran inversores privados suficientes, el órgano de crédito público catalán, el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), se ha comprometido a asegurar hasta esos 50 millones.
El respaldo levanta ampollas en ciertos sectores del negocio de transporte aéreo. Ayer, el presidente de Vueling, Josep Piqué, manifestó su "preocupación" por las aportaciones de la Generalitat (accionista de Catalana d'Iniciatives) a Spanair, pues "es inadmisible usar recursos públicos para romper los precios", informa Europa Press.
Cuando Soriano ocupaba la vicepresidencia económica del Barça, en 2003, hablaba de su "mochila" en referencia a la deuda del club culé. Hoy, la mochila se llama Spanair y también pesa.
