"Soy la diana equivocada"
García Pitarch, el director deportivo del Valencia, centro de las críticas tras enfrentarse al técnico, Rafa Benítez
Increpado por la calle, atacado a diario por varios periódicos y criticado públicamente por un subordinado, el técnico Rafa Benítez. Es decir, el panorama ideal para que el director deportivo del Valencia se tapara y esperase a que escampe. Justo lo que haría cualquier otro. Pero no Jesús García Pitarch. Menudo, inquieto y buen conversador, no rehuye ninguna batalla. Y menos ésta, en la que se siente "la diana equivocada".
¿Cuál es su delito? ¿Cuáles los cargos que se le imputan a este abogado de 39 años? En primer lugar, la tímida política de fichajes. Esos canobbios y oliveiras que tan poca ilusión han despertado. "Que me den 3.000 millones de pesetas [18 millones de euros] y podré equivocarme. Claro que me habrían gustado Eto'o y Makaay", responde Pitarch. Sus adquisiciones han sido austeras: 500.000 euros por Oliveira, 4,5 millones por Canobbio, 4 por Jorge López y nada por Sissoko. "Nos hemos gastado menos de lo dejado de pagar en fichas al ceder a Salva, Parri, De los Santos y Albiol".
Segundo cargo. Su permanente choque público con Benítez. Una lucha a brazo partido por el poder deportivo. Pitarch ha tratado de limitar el control que pretendía Benítez. Sobre todo, en el área de los fichajes, en la que el club reprocha al entrenador dos peticiones: Salva y De los Santos, que costaron más de 30 millones.
Los enemigos de Pitarch, muchos, han hurgado en su pasado y le han llamado esquirol por no secundar una huelga de futbolistas en 1983. Él lo justifica así: "Estaba en el Valencia, la plantilla se reunió y decidió que jugaran los que tuvieran ficha amateur, como era mi caso. Tenía 18 años". Por otro lado, en su época espanyolista, algunos compañeros le acusaron de filtrar información a la prensa.
Su trayectoria futbolística -un extremo zurdo, rápido y laborioso- fue intensa. Empezó en el Valencia, se cuajó en el Gandía, volvió a Mestalla, se marchó al Espanyol, en el que sufrió una grave enfermedad renal que estuvo a punto de retirarle; se recuperó, le repescó Paquito en el Figueres, recaló en el Orihuela, renació en el Logroñés de Polster y todavía picó en el Mérida, el Villarreal y el Murcia. Se retiró a los 33 años y montó un despacho de abogados en su pueblo, La Pobla de Vallbona. Había estado casi 10 años sin ejercer una carrera que terminó en 1987 en Barcelona. La acabó en cinco años, lo que habla de su constancia y su capacidad de trabajo.
A su esposa, María Jesús López Tena, hoy notario de Borriana (Castellón), la conoció en primero de Derecho. Tienen dos hijos. Luego, concluyó varios másters de tributación y urbanismo. Y en ello andaba hasta que le entró de nuevo el gusanillo del fútbol. Primero, como comentarista de Canal 9; después, como director de la escuela del Valencia. Allí estuvo dos años, en una labor organizativa muy apreciada por la cúpula del club.
Esa cúpula por la que Pitarch se siente abandonado. La misma que le pidió, en octubre, que saneara económicamente la plantilla. Su antecesor, Javier Subirats, había coleccionado laureles deportivos, pero fue despachado por su mala relación con el consejero delegado, Manuel Llorente. Cuando Pitarch ocupó el cargo, le prometieron independencia y poder deportivo. Pasado casi un año, tilda su puesto de "insignificante": "Sólo puedes organizar lo que te dan". Por ejemplo, pidió sin éxito que el club se quedara con el francés Révèillere.
Consecuencia: Pitarch ha presentado dos veces la dimisión. Si no se va, dice, es por no dejar tirados a algunos compañeros. Tiene un contrato indefinido como director de la escuela y otro que acaba el próximo año como director deportivo.
¿De cuánto dinero estamos hablando? "De una risa comparado con lo que se mueve", dice antes de desmentir su fama de millonario con una cita que atribuye al escritor y político ya fallecido Antonio de Senillosa: "No tengo dinero, pero la gente cree que lo tengo y es como si lo tuviera". Pitarch sí tiene participación en distintas sociedades y advierte de que su dedicación al fútbol es absoluta: "Veinticuatro horas al día no es ningún hobby".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Andalucía y Comunidad Valenciana, en alerta roja por lluvias torrenciales
La UE pacta las cuotas de pesca de 2026 (y esto podría afectarte más de lo que imaginas)
Más producción, más riqueza… y un reparto cada vez más desigual
Miniguía para seguir las elecciones de Chile y comprender por qué juegan un papel crucial en el país
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Los 50 mejores libros de 2025
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”




























































