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Entrevista:CARLOS SAINZ | Ganador del Rally Dakar

"Soy un tío con suerte"

Oriol Puigdemont

El día posterior a convertirse en el primer español en conseguir proclamarse ganador del Rally Dakar en la categoría de coches, Carlos Sainz (Madrid, 1962) se levantó pronto. A las diez en punto desayunaba en el restaurante del hotel, junto a Diego, un viejo amigo de cuando Sainz era uno de los pilotos más rápidos del Mundial de Rallies. Le suena el móvil y descuelga. Es Reyes, su esposa: "Estoy bien, ayer me tomé un par de copas para celebrarlo y tengo un poco de dolor de cabeza", le responde antes de darle un sorbo al café con leche.

Pregunta. ¿Se siente liberado?

Respuesta. No estoy seguro de que la palabra liberado sea la correcta. Estoy contento y orgulloso de haber conseguido la victoria.

"En el equipo todos me insistían en que fuera despacio y no me arriesgara"
"A algunos se les ha hecho difícil aceptarme. Me sentí el patito feo"

P. Cuándo inició este proyecto hace cuatro años, ¿pensaba que le costaría tanto?

R. Los dos primeros años que Volkswagen hizo el Dakar, el material que me dieron no estaba preparado para luchar por la carrera. Era excelente, me permitía ganar etapas, pero no estaba para ganar. De todas formas, no creo que haya sido demasiado tiempo si tenemos en cuenta que yo no tenía ninguna experiencia ni en arena, ni en el desierto, ni en un raid así. A pesar de lo que la gente pueda pensar, esto no tiene nada que ver con los rallies. Sobre todo sobre arena. Allí, saber conducir no influye nada.

P. El penúltimo día de carrera estaba muy nervioso. La organización le reunió a usted y a los tres que iban a arrancar delante suyo. Usted pidió que el tiempo entre la arrancada de un coche y el otro se ampliara de dos a tres minutos, pero BMW no quiso.

R. Había tensión. Yo sabía que, saliendo cuarto, la etapa no era complicada a menos que hubiera mucho polvo. Me daba miedo que Chicherit (arrancó justo delante de él) pudiera entorpecerme. Por eso hicimos esa petición a la organización. No entendí que se negaran porque era en beneficio del espectáculo.

P. ¿Qué ha hecho distinto este año para ganar?

R. Si no gané las dos primeras veces no fue por mi culpa. El año pasado, lógicamente, el que se metió en aquel agujero fui yo, pero fue una situación inaudita en la que, evidentemente, tendré mi parte de responsabilidad. Pero sí, algo distinto he tenido que hacer porque he ganado.

P. Siempre ha mantenido que su planteamiento era idéntico al de las otras ocasiones. Sin embargo, sólo ha ganado dos etapas.

R. Si una cosa tuve clara es que no quería dejar de ser el primer piloto de Volkswagen en la clasificación, porque siempre pensé que iba a haber órdenes de equipo. Y luego, no quería tener un día malo. Tuvimos uno, pero tampoco perdimos mucho tiempo. Y eso que sufrimos dos pinchazos y nos pasó de todo. La segunda vez que pinchamos, Lucas se bajó del coche y se puso a cambiar la ruda que no era, y yo dándole gritos. Fue un agobio... Porque, además, se le estropeó la puerta y no podía salir. Ese fue el peor día. Pero lo importante era no descolgarse demasiado. También es verdad que tenía mucha presión del equipo. Todos insistían en que fuera despacio, tranquilo, en que no arriesgara.

P. ¿Por qué le decían eso?

R. Porque pensaban que si arriesgaba demasiado podía ocurrir algo. A lo mejor hubiéramos tenido que apretar un poquito más, pero poco margen había.

P. ¿Le sorprendió que no hubiera órdenes de equipo?

R. Sí. Más que nada porque, en el Dakar, ocupar las tres plazas del podio es algo muy importante para una marca. Además, históricamente aquí siempre ha habido órdenes de equipo. Es la primera vez que dos pilotos de la misma marca se juegan la carrera hasta el final.

P. ¿Pidió explicaciones de por qué no las hubo?

R. Cuando acabas el rallie y ganas, te olvidas de eso. Pero cuando estás metido en la carrera, piensas: 'Seguro que ahora dirán algo'. Y nada. Durante el rally hay mucha presión. Más aún si piensas en lo que me pasó el año pasado y en que Nasser [Al Attiyah] no tenía nada que perder.

P. ¿Qué piensa de aquellos que dicen que la mala suerte le persigue?

R. Yo no corro para callar bocas, lo hago para darles una alegría a mis amigos, a aquella gente que me apoya y que confía en mí. A la gente que sostiene que siempre me pasan cosas, les respondo que le deseo a mi hijo un cuarto de esa mala suerte que he tenido yo. Soy un tío con suerte, he conseguido todos los retos deportivos que me he planteado. Lo siento mucho por los que se emperran en decir que tengo mala suerte. Mala suerte ha tenido la gente de Haití.

P. Viéndole a usted, se le ve manejarse distinto a los demás dakarianos. ¿Se ha sentido rechazado?

R. A algunos se les ha hecho difícil aceptarme, en ocasiones me he visto como el patito feo. Muchos me han dicho que mi forma de correr no era buena para esta carrera, decían que nunca iba a ganar. Yo me he callado y he seguido a lo mío. He demostrado que también se puede ganar a mi manera, eso es un hecho. Por tanto, creo que ellos deben admitir ahora que mi forma de afrontar la carrera tampoco es equivocada.

P. ¿Volverá a correr el Dakar?

R. Quiero esperar a ver qué hace el equipo, y después reflexionar, hablar con Reyes. Es probable que me apriete para que lo deje, también lo entiendo. Habrá que meditarlo.

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