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Reportaje:

Stoner, fundido

El australiano renuncia a los próximos tres grandes premios de MotoGP por una dolencia aún no diagnosticada que le ha hecho vomitar dentro del casco en plena carrera

Desde el pasado junio, el australiano Casey Stoner arrastra una misteriosa dolencia que le deja fundido al menor ejercicio físico que hace y que le ha obligado a renunciar a las tres próximas carreras del Mundial de MotoGP (el próximo domingo, en Brno; el día 30, en Indianápolis, y el 6 de septiembre, en Misano). Mika Kallio, que compite en el equipo satélite de Ducati, ocupará su sitio en la escudería oficial, mientras que el italiano Michel Fabrizio, proveniente del Mundial de Superbikes, suplirá al finlandés.

"Quiero dar a mi cuerpo el tiempo suficiente para que se recupere del estrés", argumenta Stoner en la nota que Ducati distribuyó. En este comunicado, la fábrica italiana no especifica el origen de los problemas que sufre el motociclista, que le han hecho correr grogui las últimas cinco carreras y que incluso han provocado que vomitara, en marcha, en el interior del casco. Las pruebas que se le realizaron en Estados Unidos concluyeron que sufría una gastritis y una anemia, un diagnóstico que el propio Stoner descartó. Durante las dos últimas semanas se ha sometido a más, ya en Australia, pero el resultado no ha trascendido, una circunstancia que aún añade más confusión al asunto. O los médicos no han conseguido encontrar lo que tiene o lo saben, pero hay alguien que no quiere decirlo.

Los síntomas que presenta (cansancio extremo, malestar generalizado, dolor de músculos y articulaciones...) llevaron a pensar que Stoner podía sufrir una mononucleosis, extremo que Ducati y él mismo desmintieron. La marca se limita a acatar la decisión del corredor aussie. "Es algo físico. Estos días, salía a pasear a caballo y volvía destrozado", confirma Livio Suppo, director deportivoi. También hay quien apunta a un problema de ansiedad debido a la exigencia del Mundial. Sin embargo, Pep Font, psicólogo especialista en actividades de alto rendimiento, pone en duda esta tesis. "Los problemas le vienen a Stoner cuando hace ejercicio físico. Los ataques de ansiedad también le sorprenden a uno cuando está durmiendo o viendo la tele", reflexiona.

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