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Entrevista:ROBERTO Y TONI SOLDADO | El ariete del Valencia conversa con su padre | LIGA DE CAMPEONES | Segunda jornada

"Tienes mi mala leche en el campo"

¿Qué distingue a un goleador aficionado de otro profesional? "Todo lo que hay alrededor. Los amateurs juegan por pasión mientras que un profesional lo hace por pasión, pero también vive de eso", opina Roberto Soldado. "No estoy de acuerdo. Yo jugaba por lo que pudiese sacar aparte del trabajo. Tenía muchísima afición, pero además sacaba un beneficio. Trabajaba en aquella época de tapicero. Me hacía ocho horas diarias, iba a entrenarme y llegaba a casa a las diez y media de la noche. El año que naciste dejé el fútbol. Ya estaba cansado. Si hubiese tenido un padre como soy yo contigo, habría jugado en Primera, seguro. A mi padre nunca le gustó el fútbol y, si le pedía dinero para unas botas, me mandaba para allá. A ti te he mimado", le rebate su padre, Toni.

Roberto: "Me fui tan joven al Madrid porque dijiste que no podía dejar pasar ese tren"
Toni: "A mi padre siempre le eché en cara que no me dejara ir al Alcoyano"

Roberto Soldado. Iba a verte jugar al fútbol sala y tenías el mismo carácter que yo dentro del campo: la misma mala leche. Aparte de goleador, jugabas muy bien de espaldas y de cabeza.

Toni Soldado. La mala leche la has heredado de mí. Fuera del campo no somos nadie, pero era pisar la raya del campo y no había ni amigos ni nada. Ahí era ganar como sea. Esa era mi mentalidad.

R. S. De pequeño, tenía reacciones que no debía tener. Ahora me controlo. No me las puedo permitir.

T. S. Yo lo aprendí todo en los campos del río Turia y con entrenadores que no tenían ni idea. Tú has tenido una preparación con grandes técnicos profesionales.

R. S. Me fui tan joven a Madrid [con 14 años] porque me dijiste que era un tren que podía no volver a pasar. Me diste el impulso.

T. S. Yo tuve la oportunidad de irme al Alcoyano con 19 años. Mi padre me dijo que no. Eso se lo he echado siempre en cara. Cuando surgió lo tuyo, tu madre [Pili] no quería, ni harta de vino, que te fueras al Madrid. Pero la convencí porque no quería que tú, algún día, me lo reprocharas.

R. S. Me fui supercontento, pero, cuando me quedé solo en mi habitación, sin conocer a nadie, se me hizo muy duro.

T. S. Yo lo viví cada mes. Cuando eras cadete, cada 15 días íbamos a verte. Cuando te subieron con 17 años al Castilla y te sacaron del colegio, pedí dos años de excedencia y de tus 18 a los 20 estuvimos allí contigo. Madrid es muy peligroso para un chiquillo de 18 años con la libertad y el dinero que ganabas. Acertamos.

Pregunta. ¿Qué coche tenía?

T. S. Yo tuve un R-12 y luego un Seat 124. Todos, de segunda mano. Era otra época.

R. S. Yo, un Porsche y un Bentley. Me gustan mucho los coches.

P. ¿Y la presión?

T. S. Yo tenía presión cuando me daban un asiento para que lo tapizase y, si no me salía bien, lo repetía. Vosotros, igual: tenéis que hacer bien vuestro trabajo.

R. S. Tenemos muchísima más presión: tú tenías a tu jefe encima; nosotros, al entrenador, al preparador físico, a la prensa y a los aficionados. Si no juegas bien, sabes que te van a criticar.

P. ¿Cómo es la relación de un padre con un deportista de élite?

T. S. Como la de un padre normal: "Esto lo has hecho bien y esto no me gusta". Que mi experiencia sea constructiva. No me gustaría verme en la situación de Míchel y Adrián en el Getafe.

R. S. Solo me has dado algún toque por alguna expulsión, pero nunca por jugar bien o mal.

P. ¿Cómo era Roberto de niño?

T. S. Yo he jugado mucho con mis hijos y ahora con mis dos nietos. Rober, eras un borde porque eras muy nervioso. Cuando no querías estudiar, te metía en la habitación y, cuando la abría, habías hecho una pelota de papel y estabas jugando al fútbol.

R. S. Yo estoy encantado de ser padre tan joven. Me casé pronto y estaba a gusto con mi mujer.

P. ¿Y los comienzos?

R. S. Empecé con el fútbol sala, a los siete años, porque no tenía edad de jugar al fútbol 11. Pero no me gustaba mucho.

T. S. Ibas al colegio Don Bosco y lo más fácil fue que jugaras allí. La oferta del Madrid llegó cuando Paco Gómez [ojeador] me dijo que iba a venir Vicente del Bosque a verte. Vino un sábado y el martes nos fuimos a Madrid.

R. S. Me avisaron de que venía Del Bosque y, como era un niño, no me lo tomé con seriedad. Sí me puse nervioso después del partido por ver lo que decía Del Bosque. Estuve ocho años allí.

P. ¿Cómo se ve el Madrid desde fuera?

R. S. Lo veo con ansiedad de títulos, fichando muy buenos jugadores, pero quizá debería hacer un equipo, como nosotros, y no fichar tantas estrellas.

P. ¿Qué fútbol les llena?

T. S. El del Barça es distinto al de los demás. Disfrutas.

R. S. De acuerdo, pero me gusta más el que practicamos nosotros. Al Barça cada vez lo conocen más. Y a sus piezas clave, como Xavi.

P. ¿Qué supone enfrentarse al Manchester United?

R. S. Es el sueño de cualquier niño que quiera jugar en el máximo nivel. Es uno de los tres mejores equipos del mundo.

T. S. Lo habría dado todo por jugar un partido de la Champions y más contra el Manchester. El mío más importante fue en el Foios: nos jugábamos el descenso a Segunda Regional y ganamos al Altura por 4-0. Nos salvamos y me retiré.

R. S. Vi al Manchester contra el Bolton y tiene un jugador muy desequilibrante, Nani. Muy vertical, está por encima del resto.

T. S. Le podemos ganar. Ha empatado tres partidos. Marca muchos goles, pero también se los meten con facilidad.

P. ¿Le pesa la sombra de Villa?

R. S. Me han fichado por lo que pueda aportar yo, no para hacer olvidar a Villa.

T. S. Tú eres un jugador de equipo y el Valencia ha hecho un bloque muy bueno para intentar ser campeón de Liga.

R. S. Aparte de la competitividad dentro del equipo, el ambiente tan bueno dentro del vestuario se refleja en el campo. Eso no engaña. Aduriz y yo mezclamos bien porque él va más al juego aéreo, recibe muy de espaldas, y yo soy más vertical y busco las espaldas de los defensas. Es un grupo nuevo, pero parece que nos conocemos de toda la vida.

P. ¿Qué supuso el Getafe?

R. S. El primer año aprendí a sufrir porque nos salvamos al final y el pasado es el que más me he divertido. Míchel sabe tratar muy bien a los jugadores. Me ha enseñado mucho tácticamente. No solo él, sino también Esnáider, que fue delantero.

T. S. Y Osasuna fue la puerta a la Primera División.

R. S. Me costó muchísimo adaptarme a lo que me pedían en Osasuna, la garra y la entrega, pero aprendí a trabajar en bloque. El Getafe es un club muy sencillo y eso es lo que hace grande a su gente. Entre el Madrid y el Valencia, y todo lo que los rodea, no veo muchas diferencias.

T. S. Estábamos locos por que vinieras a Valencia para dejar de darnos palizas en la carretera.

P. ¿Qué queda del fútbol de Regional?

T. S. Ha perdido mucho. La gente tiene demasiada oferta en la televisión. Cuando yo jugaba en el Alberic, el campo estaba lleno porque no había otra cosa.

R. S. De Regional no he ido a ningún partido, pero sí a ver a algún amigo en Tercera.

Toni y Roberto Soldado, ayer en la ciudad deportiva del Valencia.
Toni y Roberto Soldado, ayer en la ciudad deportiva del Valencia.TANIA CASTRO

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