Tsunami espera a Nadal

Ocurrió en el Midtown Tunnel, un angosto pasillo bajo el peso opresor de las toneladas de agua del río Hudson. En similar escenario de pesadilla, prohibida la entrada de las caravanas por aquello de que las bombas de butano pueden explotar, Silvester Stallone filmó su angustioso Daylight (Pánico en el Túnel). Por ese estrecho camino circulan todos los días miles de coches con dirección a Queens, donde se disputa el Abierto de Estados Unidos. Y en ese claustrofóbico ambiente, paredes de azulejos blancos como de morgue, Teymuraz Gabashvili, el número 98, rival esta madrugada (1.00) en primera ronda de Rafael Nadal, con el que a veces se entrena en Barcelona, demostró hace dos años su naturaleza de hombre tranquilo y políglota.

La furgoneta que lleva al ruso camino del torneo marcha con retraso. La conducción es errática. Dentro del túnel se suceden los bandazos, las frenadas y los acelerones, que alteran al pasaje. Entonces el vehículo se echa contra una pared y arranca una orquesta de hierros chirriando, llantas rechinando y azulejos caídos. Los menos piensan en una vía de agua que haga entrar al río en el túnel y ahogue a miles de neoyorquinos, como en la película de Stallone. Los más, en que el vehículo no tiene arreglo, en que organizará un atasco oscuro. Y uno, bien agarrado el raquetero, se ríe sin sentir escalofríos.

Ese es Gabashvili, que tranquiliza en inglés, castellano y ruso a los pasajeros. Ese es Gabashvili, que se lo toma a broma y alegra el ambiente, contradiciendo el apodo por el que se le conoce en Barcelona, Tsunami (juega como una fuerza incontrolable de la naturaleza, puro descontrol, pura fuerza). Y ese es Gabashvili, que hace dos años se reía en un túnel y ahora espera a Nadal conociendo cada recurso de su juego: Francis Roig, asesor técnico del número uno del mundo, que tiene un 2-0 a favor en sus enfrentamientos particulares, también es su entrenador.