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2 de noviembre, siete de la tarde, Interlagos (Brasil)

Último Gran Premio de Fórmula 1

Antiguamente, los ciclistas, cuando cambiaban de equipo, se llevaban consigo el sillín, el Brooks de cuero ya ablandado, ya hecho a sus formas, como todo bagaje a su nuevo destino.

En su regreso a la escudería Renault, Fernando Alonso, doble campeón del mundo con la marca francesa, no se lleva el volante pero sí medio segundo.

¿Será suficiente para superar la distancia con los veloces Ferrari y las flechas plateadas de McLaren-Mercedes?

Si es así, podremos permitirnos soñar con una repetición, corregida, del circense y tenso final vivido en 2007 en el circuito brasileño. No habrá duelo fratricida este año, pues Lewis Hamilton, finalmente segundo en el campeonato, se ha quedado en la escudería McLaren, y el finlandés Kimi Raikkonen, que se aprovechó entonces del duelo entre el británico y el español, se mantiene fiel a Ferrari.

No por ello, sin embargo, la pelea dejará de tener el acre sabor de la venganza. Alonso ya trabaja con Renault para recuperar el título.

Alonso, tras el Gran Premio de Brasil.
Alonso, tras el Gran Premio de Brasil.CLAUDIO ÁLVAREZ

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