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Mortal accidente de Gilles Villeneuve

El canadiense Gilles Villeneuve, primer piloto de la escudería Ferrari, se partió el cuello y las cervicales en el curso de los entrenamientos oficiales del Gran Premio de Bélgica de Formula 1, según informa France Presse. Villeneuve chocó contra el march del alemán occidental Jochen Mass y salió despedido por el aire. Trasladado en helicóptero a un hospital próximo, Villeneuve llegó clínicamente muerto. Tenía 30 años recién cumplidos, estaba casado, y con dos hijos.

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Luchar hasta la muerte

El impacto se produjo en la última sesión de entrenamientos oficiales del circuito de Zolder. Villeneuve buscaba mejorar aún más su buena colocación en la parrilla de salida.En una curva a la que llegaba a casi 270 kilómetros por hora, el piloto de Ferrarise encontró delante al alemán Mass, cuyo ritmo era mucho más lento. Mass vio por su retrovisor izquierdo la aproximación de Villeneuve, como un exhalación, y pretendió echarse a la derecha para dejar más paso al canadiense, pero algo falló en la maniobra, o Villeneuve no la entendió. Porque el canadiense, en una fracción de segundo, eligió también la derecha para adelantar. Se quedó con el camino cortado por la maniobra del March.

La rueda izquierda del Ferrari tocó la derecha del coche de Mass. El Ferrari, catapultado, saltó por los aires a más de 270 kilómetros por hora. Fruto del primer impacto, el coche quedó destrozado, y el joven Villeneuve salió por el aire, roto el cinturón de seguridad, para ir a estrellarse contra las vallas, donde, con el casco destrozado por la violencia del impacto, se rompió el cuello.

De nada valió el desesperado esfuerzo de Jochem Mass, que paró unos metros más allá y volvió para intentar reanimar al canadiense, con masajes en el corazón y la respiración artificial. El cerebro del canadiense estaba destrozado. Trasladado a la clínica, los médicos calificaron su estado de clínicamente muerto. Sus funciones vitales se mantuvieron artificialmente durante ocho horas, según el parte médico del doctor Delooze, que le atendió en la clínica San Rafael de Lovaina. Este doctor intentó realizar una intervención quirúrgica con el asesoramiento telefónico de un colega americano. Al parecer, finalmente se desechó.

La esposa del accidentado se trasladó de Niza a Bruselas, en compañía de la esposa del piloto surafricano Jody Scheckter. Era la primera vez que no estaba al lado de Gilles, porque su hija Melanie iba a recibir la primera comunión. Llegó a tiempo de ver morir a su marido.

Villota no se clasificó

La primera reacción fue la del compañero de escudería Didier Pironi, que acusó del accidente a las nuevas técnicas de los coches que permiten doblar la velocidad en curvas, "pero los intereses en la Fórmula 1 son más fuertes que cualquier noción de seguridad".

El español Emilio de Villota no pudo ni clasificarse para tomar parte en los entrenamientos oficiales. Su falta de preparación, algunos problemas mecánicos y la falta de competitividad de su coche impidieron al español superar la preclasificación de los entrenamientos previos al Gran Premio de Bélgica. El dominio volvió a ser de los Renault y de los motores turboalimentados.

Pese a las presiones de boicoteo por parte de Ecclestone y las escuderías británicas si no se anulaba la exclusión de Piquet y Rosberg del Gran Premio de Brasil, todos los equipos acudieron a Bélgica; incluso la escudería Brabham -propiedad de Ecclestone-, con sus coches impulsados por los nuevos motores BMW con turbocompresor.

Estos motores, montados por vez primera en la primera carrera de esta temporada, permitieron al campeón del mundo, el brasileño Nelson Piquet, rodar muy rápido en los entrenamientos. Pero, en la carrera, después de una mala salida, el brasileño sufrió un accidente cuyas causas están por aclarar, pero que podría haber sido motivado porque el chasis no soportó la tremenda potencia de los citados motores.

Ecclestone decidió entonces correr las siguientes carreras con el motor convencional anterior, con el fin de ganar tiempo para arreglar el problema. Pero surgió entonces el conflicto con las escuderías que utilizan motores turboalimentados, y el británico, enfrentado a éstas, no quiso volver a usar el motor BMW Turbo.

Ahora, presionado por el contrato que le une a la marca alemana occidental y por el revés sufrido con las últimas decisiones federativas -pese a contar con el apoyo del presidente Balestre-, Ecclestone parece decidido a volver a usar el motor alemán en los coches de Piquet y del italiano Riccardo Patrese.

Si el resultado de la carrera de hoy favorece a alguno de los coches -ya con motor Turbo- de Ecclestone, es probable que la guerra contra Renault, Ferrari y Alfa Romeo se termine. En caso contrario, al ser la paz tan inestable, el conflicto podrá reproducirse en cualquier momento.

Renault, por su parte, máximo favorito para la victoria no sólo en Bélgica sino en todo el campeonato, deberá conseguir en Zolder un éxito que le permita consolidar su actual ventaja, y borrar las últimas actuaciones, más próximas a los fracasos de temporadas anteriores que a los triunfos que se esperan de los favoritos Alain Prost y René Arnoux.

En el último entrenamiento, suspendido a raíz del accidente de Villeneuve, se dieron los siguientes tiempos oficiales: 1, Prost (Renault), con 1.15.701; 2, Arnoux (Renault), 1.15.730; 3, Rosberg (Williams), 1.15.847; 4, Lauda (MacLaren), 1.16.040; 5, Alboreto (Tyrrell), 1.16.308; 6, Pironi (Ferrari), 1.16.501; 7, De Cesarias (Alfa Romeo), 1.16.575; 8, Villeneuve (Ferrari), 1.16.616.

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