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Varios detenidos en las protestas al paso de la antorcha olímpica en Canberra

Manifestantes a favor del Tíbet y seguidores de China se enfrentan durante el inicio de la ceremonia

El recorrido de la antorcha olímpica en Canberra se ha visto empañado por nuevas protestas y altercados entre partidarios de la independencia del Tíbet y defensores de la politica de China en esa región. La policía ha detenido a seis personas, una de ellas por quemar una bandera de China. La agencia Reuters eleva el número de detenidos a siete. Dos hombres y una mujer fueron arrestados cuando saltaban la valla metálica que protegía el recorrido de 16 kilómetros de la llama en la capital australiana, que inició la deportista aborigen Tania Major y que cerró el plusmarquista mundial de natación Ian Thorpe.

Los cuerpos de seguridad del país también intervinieron cuando seguidores de China y detractores del régimen comunista se arrojaron objetos, entre ellos botellas de agua mineral. Con todo, los altercados y roces entre ambos bandos han sido puntuales y no han conseguido deslucir la celebración y apagar el ambientes festivo. Quizá porque el número de prochinos eclipsó al de protibetanos: miles de partidarios de Pekín fueron transladados en autobuses hacia la capital australiana para presenciar el paso de la llama olímpica por la ciudad y de paso relegar a un segundo plano a los activistas que abogan por un Tíbet independiente de China.

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La Antorcha Olímpica ya está en el pebetero

Plan coordinado

Ted Quinlan, del comité organizador, señaló que estaban sorprenidos por la cantidad de miembros de la comunidad china que había acudido a Canberra y opinó que se trataba, "obviamente, de un plan bien coordinado para dominar la jornada por número".

Hubo otros asistentes que insistieron en mantener el espíritu olímpico y trataron de no involucrarse en la trifulca, como una madre australiana que había llevado a sus hijos a presenciar el acontecimiento y espantaba a cualquier miembro de ambos bandos que se colocaba a su lado. "Hemos venido a ver la antorcha. No quiero a nadie con pancartas a mi lado", explicó la mujer a la televisión australiana.

La presencia de la llama olímpica en Australia, adonde llegó la víspera en un Airbus A330 de Chinese Airlines, ha estado rodeada de controversia entorno al evento y al gasto que ha supuesto para las arcas públicas, después de que el Gobierno duplicase el presupuesto de seguridad calculado inicialmente, hasta casi dos millones de dólares.

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