Vuelta y Juegos chocan para Contador

El equipo Astana anunció ayer que Alberto Contador no tomará parte como tenía previsto en la Dauphiné Libéré, carrera francesa de una semana que comenzará el 8 de junio. "Es una decisión que teníamos prevista si Contador disputaba la tercera semana del Giro", explican fuentes de su equipo; "además, tal como está corriendo y con lo que le espera el fin de semana para defender la maglia rosa, Contador va a terminar el Giro muy castigado. Necesitará desconectar todo el mes de junio para no poner en peligro el resto de la temporada".

La renuncia a la Dauphiné, una de las pruebas que más ilusión le hacía al ciclista de Pinto, no será probablemente el único cambio en un año cuya planificación se modifica día a día. Terminado el pasado Tour como vencedor, Contador fijó en una segunda victoria en los Campos Elíseos y en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Pekín sus objetivos para 2008. Pero, dado que la carrera francesa no le ha invitado a participar, decidió que la trilogía Dauphiné-Juegos-Vuelta a España sería la alternativa más ajustada a su ambición y su calidad.

Cuando estaba en la playa de Conil a primeros de mayo, descansando tras ganar la Vuelta al País Vasco, una llamada del Giro le abrió nuevas perspectivas. Y, aunque en principio acudió a Italia obligado y pensando en retirarse tras la primera semana para no hipotecar el resto de la temporada, la posible victoria le ha obligado a continuar y cambiar de nuevo sus planes. Además de la Dauphiné, su presencia en los Juegos también corre peligro.

En el Astana consideran que los Juegos eran un objetivo alcanzable como resaca del Tour o si no hubiera habido Giro, pero ahora creen que una buena preparación para la Vuelta a España está en contradicción con la cita olímpica. Y la Vuelta tiene un valor doble para Contador. Primero, para su responsabilidad hacia el ciclismo: el chico de Pinto sabe que la resurrección de una carrera que pasa por sus momentos más bajos de atracción para el aficionado pasa por que él acuda para dar espectáculo; segundo, la exclusión del Tour le ofrece la oportunidad única de una victoria en la ronda española que se les ha escapado a otros ganadores de la grande boucle como Bahamontes, Ocaña e Indurain. Y todo ello dentro de un enfoque de prudencia dictado por la convicción de Contador de que la suya será una carrera de largo aliento y siempre recordando que sólo tiene 25 años: Indurain tenía 27 cuando ganó el primero de sus cinco Tours.

Esperando la llegada de mañana al monte Pora, donde se espera el ataque de Riccò, y al Mortirolo del sábado, donde Contador teme a Simoni, el Giro une hoy Mendrisio con Varese, sedes de los Mundiales 2009 y 2008, respectivamente, en una etapa en la que Lastras querrá olvidar su mala suerte en Cesena.