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Reportaje:MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de China

Webber, en punto muerto

Red Bull ya piensa en un sustituto, quizá Alguersuari, para el australiano, mucho menos integrado en el equipo que Vettel.- Hoy ha quedado eliminado en la Q1

Oriol Puigdemont

Hay frases en la F-1 que quedan para siempre porque quien las dice debe ser tomado en cuenta o porque es de esos que abre la boca y hace subir el precio del pan. Ayrton Senna o Michael Schumacher son ejemplos de la primera muestra; Eddie Irvine, de la segunda. Será por eso que a Mark Webber le cayó fatal que alguien le preguntara si comenzaba a sentirse como Irvine, que entre 1996 y 1999, en Ferrari y a la sombra de Schumi, dijo que cada vez que el alemán le superaba sentía como si le golpearan con un bate de béisbol. Y eso que no es fácil hacer enfadar al australiano, uno de los pilotos más dicharacheros. Pero, con Sebastian Vettel en estado de gracia, comienza a pasarlas canutas en Red Bull. Tanto es así, que hoy no ha logrado pasar de la primera clasificación.

"Esta es una pregunta ridícula. Seb no solo me gana a mí. También, a los demás. Nada dura para siempre", respondió Webber. Por desacertada que le pareciera la comparación, su rendimiento no ha sido el esperado en alguien que conduce el RB7, el prototipo más equilibrado. El de Queanbeyan es cuarto en el Mundial, a 28 puntos de su compañero, que lleva pleno de victorias.

Webber parece en punto muerto. En Melbourne, ante su hinchada, terminó el quinto sin saber por qué -Red Bull apuntó que su chasis podía tener algún problema de fabricación, pero después lo descartó- y en Sepang se quedó clavado al arrancar y tuvo que llevar a cabo una vistosa remontada hasta ser cuarto. Ya en Shanghái, en el primer día de ensayos ante el Gran Premio de China, Vettel volvió a ser el más rápido y Webber fue el segundo en el primero, a seis décimas, y décimo en el segundo, a segundo y medio. "A lo largo de los años, he probado que soy capaz de cumplir. Pero es normal que la gente te compare con tu compañero. En Australia lo pasé muy mal, pero en Malasia podía haber acabado peor", explica. "El año pasado, la diferencia media entre ellos fue de solo un par de décimas", recuerda, a su vez, Christian Horner, el jefe de Red Bull. Ahora hay un mundo.

A sus 34 años, Webber llega al final de su trayectoria. Por eso es consciente de que, probablemente, nunca volverá a tener tan cerca el título como en 2010. Tampoco sabe qué papel juega en Red Bull, volcado en Vettel, que, al coronarse campeón, se convirtió en el estandarte, en el eje que da sentido a la filosofía de la marca, por ser el producto más exitoso de su programa de pilotos júniors.

Webber está mucho menos integrado que Vettel y cree que el equipo no le respalda tanto. Lo hizo público tras imponerse en el último GP de Gran Bretaña: "No está mal para ser un segundo piloto, ¿verdad?". Helmut Marko, el principal asesor deportivo de Dietrich Mateschitz, el propietario de la marca de bebidas, le saltó a la yugular: "No sé de qué se queja. Antes ni podía pensar en ganar una carrera".

En junio renovó Webber por un año, pero parece difícil que vuelva a hacerlo. Eso es lo que esperan algunos de sus oponentes, como Jaime Alguersuari y Sebastian Buemi, ambos de Toro Rosso y crecidos en el equipo júnior de Red Bull, o incluso Lewis Hamilton, cuyo compromiso con McLaren concluye en 2012.

Mark Webber, en una conferencia de prensa en Shanghái.
Mark Webber, en una conferencia de prensa en Shanghái.EUGENE HOSHIKO (AP)

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