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Woods se ahoga

El estadounidense firma una de sus peores participaciones en un grande y se queda fuera del corte.- Sergio y Jiménez, con opciones para el fin de semana

Tiger Woods está desaparecido. No ha vuelto. El estadounidense dejó una sensación de control la semana pasada que hacía presagiar un porvenir más agradable para él, más fructífero. Pero no ha sido así. De hecho, la vía elegida ha sido la contraria y en el PGA, el último grande del año, ha firmado uno de los majors más decepcionantes de su vida. Es la segunda vez que falla un corte de un Grand Slam y solo en el Abierto de Estados Unidos de 2006 sumó más golpes entre los dos primeros días (12 sobre par), que en este PGA. Al final, diez sobre par (77 y 73 golpes respectivamente). Todo muy lejos de lo que acostumbraba Tiger.

El exnúmero uno ha fallado en todo lo que debería haber tenido bajo control. El torneo lo empezó imperial, con -3 en apenas cinco hoyos. Pero entonces llegó su vía crucis. Hasta 14 veces visitó los bunkers del Atlanta Athletic Club, un desierto para el norteamericano. Esa circunstancia pareció descontrolarle, vulgarizarle y el Tigre, impotente, cerró su oscura primera jornada ahogándose dos veces en los lagos de este PGA para un total de siete sobre par. Hoy ha vuelto a sucumbir en esas trampas de arena y agua de las que ha hecho su casa esta semana. Ni siquiera cuatro birdies han aliviado su segunda vuelta y ha terminado +10. Muy lejos del corte, anclado toda la jornada en cuatro sobre par. Muy lejos de su hábitat natural, aunque ha luchado mucho, su juego ha dejado una imagen desconcertante. Demasiados imprevistos, demasiadas imprecisiones, demasiados incendios para apagarlos todos en un solo día.

Mientras tanto, algunos jugadores han sobrevivido y han movido sus fichas en el difícil campo de Atlanta que juzga y condena a los golfistas entre los hoyos 15 y 18, especialmente en estos dos monstruos nombrados. Ese es el caso de Miguel Ángel Jiménez, que vuelve a asomar la cabeza entre los puestos de honor de un grande. Jiménez ha tenido un mal año, sobre todo en lo personal. Perdió a su gran amigo Severiano Ballesteros y eso le afectó mucho en su juego. Pero en el British algo cambió en él. Se le apreciaba diferente y lo está confirmando esta semana en el PGA. Ha vuelto a divertirse jugando. Y si el Pisha sonríe, su juego funciona y si su golf está a la altura, el malagueño no defrauda y tiñe su tarjeta de birdies. Ha llegado a estar a dos golpes del liderato pero un mal final le ha empujado a terminar +2, a siete golpes de los líderes (J. Dufner, K, Bradley y S. Verplank, con cinco menos). Opciones intactas y con una sonrisa que no le abandona.

A la notable actuación del Pisha hay que unirle la de Sergio García, que con +1 total (tras una vuelta de 69 golpes hoy) sigue construyendo una base de confianza estable sobre la que moverse. García ha controlado bien su vuelta y solo un doble bogey en el 17 le ha privado de realizar una vuelta mejor, pero sigue teniendo intactas sus opciones de victoria. El otro español que ha pasado el corte ha sido Pablo Larrazábal, que con tres sobre par disfrutará del premio de completar un grande.

Clasificación

1. J. Dufner (EE UU) y K. Bradley (EE UU), 135 golpes; 14. L. Westwood (Ing.), 139; 26. Sergio García, P. Mickelson (EE UU) y L. Donald (Ing.), 141; 39. M. Á. Jiménez, 142; P. Larrazábal y R. McIlroy (Irl. N.), 143; 117 T. Woods (EE UU), 150.

Woods durante la segunda ronda del PGA.
Woods durante la segunda ronda del PGA.MATT SLOCUM (AP)

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