El Zaragoza devora al Valencia

El apetito corrió por parte del Zaragoza, acuciado por la tabla y nada medroso ante un un Valencia que se le presuponía empaque pero que resultó famélico tras quedarse con uno menos, cuando Zigic midió mal los tiempos y la trascendencia de su acción. Fue un duelo de contragolpes; el Zaragoza porque carece de ingenio para desarticular los entramados defensivos rivales, y el Valencia porque optó por un ejercicio de solidaridad en los movimientos defensivos, desequilibrada como estaba la zaga, en vez de adelantar unos pasos las líneas para comprometer al rival. Ganó el Zaragoza por goleada.

Un golpe en la cabeza de Villa en Málaga dejó al Valencia sin remate. No hay nadie con más incidencia en el juego que El Guaje, que despierta y sacia su gazuza de goles con diligencia y pasmosa facilidad. En La Romareda le reemplazó el zancudo Zigic, que no se revuelve a las espaldas de las zagas ni genera espacios con sus arrastres como Villa, pero no hay quien le sise una pelota aérea. El Zaragoza lo sufrió en los saques de esquina. En uno remató a puerta y Roberto respondió con firmeza; y el otro acabó con un lengüetazo del balón al lado externo del poste. Y se acabó Zigic, estático y fácil en la fijación de los centrales; vehemente e ingenuo, que vio la tarjeta roja tras encararse con un rival y soltar después una zancadilla en el área rival.

La ausencia de Villa no fue la única laguna del Valencia, que presentó una primera línea tan condicionada como negligente para sus intereses. Así, Bruno se peleó con sus molestias para asentarse en la derecha, regresó Maduro al eje y Alexis se pegó al lado izquierdo. Fue el lateral improvisado quien más flaqueó, sin respuesta para los desafíos de Eliseu, que le ganó en cada carrera y le rompió en los desmarques. No vio la cartulina roja de milagro, porque el colegiado no quiso ver un manotazo sobre Arizmendi y un agarrón sobre Eliseu.

Torpe en la construcción, el Zaragoza palidece para desgajar al rival. Le falta creatividad y se limita a las carreras por los costados o la inspiración de Chupete, extinta hace cinco jornadas. Pero como el Valencia reculó, el Zaragoza se cobró terreno ajeno. Un balón colgado lo rechazó la zaga valencianista y Diogo recogió el rechace para soltar un zurdazo sensacional a gol. Una diana decisiva, por más que reaccionara el Valencia con un mano a mano estéril de Mata y un disparo flojo con rosca de Pablo.

Replicó el Zaragoza: Arizmendi atendió un pase de Edmilson y resolvió ante la salida de César; Jarosik remató un saque de esquina de Eliseu. Se escabulle de la zona peligrosa el Zaragoza y al Valencia tanto le dio, pendiente del duelo europeo ante el Atlético.

El Zaragoza golea a un Valencia con diez