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Reportaje:Ciclismo | El veto de la UCI

Un abogado suizo será el árbitro del 'caso Valverde'

La saltadora Carlota Castrejana trabaja en el argumentario del ciclista murciano ante el TAS

Carlos Arribas

Ayer terminó el plazo para que los equipos de abogados de la Federación Española de Ciclismo y del corredor Alejandro Valverde, que trabajan de forman conjunta, presentaran ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) los argumentos y la documentación para defender su derecho a participar el próximo domingo en el Mundial de fondo en carretera de Stuttgart; el martes, a las 16 horas, terminará el plazo con que cuenta la Unión Ciclista Internacional (UCI) para contrarrestar tales argumentos y justificar su negativa a inscribirlo en el Mundial por considerarlo sospechoso de estar implicado en la Operación Puerto, y el miércoles, un abogado suizo, Quentin Byrne-Sutton, de 48 años, miembro del equipo británico de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Innsbruck 76, arbitrará el contencioso y decidirá el futuro no sólo del ciclista español sino también del código ético y de todas las medidas cautelares con las que organizadores y federaciones han tratado de solucionar la Operación Puerto.

Tomará su decisión tras oír a las partes en Lausana (Suiza) y la hará pública inmediatamente después, probablemente antes de las 19 horas del miércoles 26, momento en el que Valverde, que para tal día tiene previsto un entrenamiento largo, tomará un avión de Alicante a Barcelona, desde donde, si el TAS avala su petición, partirá para Stuttgart el jueves al mediodía.

Para conseguirlo, dos equipos de abogados, coordinados por Manuel Martín Domínguez, del bufete madrileño Gómez Acebo-Pombo, y entre los que se encuentra Jorge Ibarrola, consejero del TAS hasta mayo, han trabajado sin descanso los últimos días. En la jornada del viernes, que concluyó a las 6 de la mañana de ayer, participó incluso Carlota Castrejana, la plusmarquista española de triple salto, abogada, quien abandonó la faena jurídica para tomar ayer un avión hasta Stuttgart, donde hoy participará en la final del Gran Premio de la IAAF, la gran fiesta del atletismo, que reúne a los ocho mejores atletas mundiales de cada especialidad.

La UCI y la federación española se pusieron de acuerdo en que el árbitro no debía ser ni español ni alemán, país en el que se celebran los Mundiales y que ya avanzó hace semanas su deseo de vetar a Valverde. Aunque en su pasado en el TAS figure su participación en el caso de ciclista Frank Bouyer, quien aquejado de narcolepsia vio rechazada por la UCI y el TAS su petición de que le autorizaran el uso terapéutico de un estimulante que evita que se quede dormido sobre la bicicleta, el árbitro elegido por el TAS, Byrne-Sutton, es conocido por su defensa de la letra de la ley. Esto, en cierta forma, supone una garantía para las aspiraciones del bando español, que teme que un juez deportivo se deje llevar por una cierta simpatía a la lucha global que contra el dopaje han entablado todas las federaciones internacionales. El bando de Valverde ha valorado, además, su conocimiento del castellano, fundamental para leer toda la documentación enviada: hace no mucho Byrne-Sutton pasó un año trabajando en Barcelona.

Alejandro Valverde.
Alejandro Valverde.AP

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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