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El amigo de todos

Abidal es uno de los jugadores más queridos en el Barça por su fútbol, físico y gracia

Eric Abidal se iba a levantar, terminada la rueda de prensa, cuando Sergi Nogueras, responsable de comunicación del primer equipo del Barça, reclamó atención para explicar el funcionamiento de las ruedas de prensa de hoy, previa al partido de Champions ante el Viktoria Pilzen. Abidal se quedó a su lado para repetir, uno tras otro, los mensajes de Nogueras: "Y a las cinco y media, habla Guardiola", concluyó el periodista. "¡El míster! ¡No lleguéis tarde o multa!", exclamó Abidal, la sonrisa permanente en el vestuario del Camp Nou. "No para", admite Xavi. "Cuando no baila, canta y cuando no, le esconde algo a alguien. No para de hacernos reír". "Me preocupo de que estén bien", suele explicar, y no repara en veteranos y jóvenes. Abidal siempre está cuando se le necesita, en el campo y fuera, y no hay nadie que le ponga un pero porque sin él, nada sería lo mismo en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Abidal, en el primer desplazamiento europeo de Guardiola como técnico, ya le puso el cascabel al gato a un equipo que salía de la depresión pos-Ronaldinho. Aquella tarde en Donetsk, septiembre de 2008, denunció que el equipo no vivía como un grupo unido, lamentó no tener amigos en el vestuario y reivindicó como remedio que se fueran juntos de fiesta más a menudo. Han pasado tres años, 40 partidos de Champions y al menos se han celebrado tres barbacoas en su casa y, según confiesa el francés, cada vez que abre la puerta del vestuario entra en un anexo a su domicilio: "El equipo es mi otra familia". Fue él quien tres años después levantó la moral a un equipo hundido por la noticia de que Abi, el amigo de todos, tenía que tratarse un tumor en el hígado: "Solo les tranquilice, hice lo mismo que hice en casa con mi familia, con mis padres... Necesitaba que todos me ayudaran a ser positivo".

Guardiola descubrió muy pronto que Abi es un tipo especial, así que en uno de los primeros partidos en el estadio decidió no sustituirle a pesar de que estaba jugando muy mal. "Conozco el Camp Nou y si le quito le perdemos para todo el año", admitió entonces el entrenador. Le dejó en el campo y ahí sigue, siendo determinante en el juego de un equipo irrepetible. "No solo es fuerte, sino que mantiene un nivel de concentración altísimo", defendió Manzano, entrenador del Atlético. "Siempre lo ha sido, es cierto. Entiende muy bien el juego y físicamente es un portento", admite Guardiola, que apostó por seguir el consejo de Deschamps de ubicarle como central en contra de muchas opiniones, por tres razones: "Es rápido, tiene criterio al jugar el balón y entiende el juego".

"Me ayuda mucho, siempre, al hacer la presión y al atacar. Me habla siempre para corregirme la posición", reconoce Villa. "Físicamente es tremendo, porque es rápido, ágil, potente, una bestia", admite Puyol, que añade: "Pero, además, tiene mucho fútbol, es una pasada verle jugar". Según Pedro, "es uno de los mejores defensas que he visto. En los entrenamientos es dificilísimo superarle". "Abidal es un espectáculo, dentro y fuera del campo", tercia Xavi. "Eric es fantástico, excelente en todo. Un ejemplo por todo lo que ha pasado el año pasado. Dentro del vestuario es un tío alegre, altruista, simpático, que piensa en el grupo. Aparte, está en un nivel defensiva y técnicamente perfecto para sacar el balón". Y añade: "Lo más espectacular es que no le ha cambiado nada el problema en el hígado. Sigue siendo el mismo, con la misma alegría en el vestuario y la misma solvencia en el campo. Espectacular". Alves insiste en esa línea: "Me inspira muchas cosas. Incluso antes de la operación ya le tenía una inmensa admiración; es uno de mis amigos dentro del vestuario. Una persona fantástica. Tengo el honor de conocerle y espero que nuestra amistad dure muchísimo".

Dos Copas de Europa, tres ligas y una Copa del Rey más tarde, Abidal, el tipo que después de serle diagnosticada su dolencia en el hígado vendió sus coches y que cada año se hace acompañar por sus hijas para llevar ropa y juguetes a niños necesitados, se plantea qué hacer a estas alturas. Tiene claro que se quedará a vivir en Barcelona, pero duda si aceptar la oferta de renovación del club. "No quiero engañar a nadie", dice. Sigue sometiéndose a pruebas quincenales para ver la evolución de su dolencia, pero, además, y ayer lo explicó él, al llevar cinco años en España sube la retención fiscal de su contrato. "El problema es de impuestos y de duración, pero el jueves tenemos una reunión; seguro que llegaremos a un acuerdo", dijo. Y sonrió.

Abidal, durante una rueda de prensa.
Abidal, durante una rueda de prensa.FERNANDO ROSALES

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