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Análisis:SUDÁFRICA 2010 | España-Holanda, gran final del Mundial
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El ángel de Vicente

Cuando conoces a Vicente del Bosque te preguntas por qué hay tantos entrenadores que hacen que el fútbol parezca más complicado de lo que realmente es. Coincidí con él en el banquillo en dos finales de Liga de Campeones, en 2000 y 2002, y nunca se transformó en los momentos más difíciles. Siguió siendo el mismo hombre humilde y cauto que supo comportarse con grandeza incluso en los momentos más oscuros. Él no cambia. Es homogéneo. Lo he visto en momentos de gran felicidad y en momentos en los que estaba muy nervioso. Siempre lo llevó por dentro. No se desordenó ni por exceso ni por defecto. No expresó ni la alegría ni la enorme preocupación que pudo sentir en algún momento. No porque se esforzara especialmente por autocontrolarse, sino porque es su forma de ser. El banquillo es su hábitat y allí está igual de tranquilo que en cualquier parte. Su prudencia le conduce a no hacer cosas que se salgan de contexto. Es capaz de darle a sus decisiones un sentido natural. Todo el trabajo de Del Bosque inspira una sensación de inevitable normalidad.

Sin autoritarismo, el librillo de Del Bosque es tan antiguo como la inteligencia
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En el banquillo, tiene un ayudante perfecto. Se sienta a su izquierda y se llama Toni Grande. Vicente le consulta continuamente por lo bajini en los partidos y después decide. Toni le ayuda a hacer las modificaciones tácticas necesarias. Toni es un tipo entrañable. Un sabio cálido que hace equipo porque se acerca a los jugadores y genera buenos sentimientos. De su utilidad han dado fe Heynckes, Hiddink y Fabio Capello. Todos le emplearon como hombre de confianza en el banquillo del Madrid.

Toni Grande no es el único que le echa una mano. El preparador físico, Javier Miñano, y Paco Jiménez, el ojeador de los rivales, componen un equipo familiar. Entre todos crean un ambiente protector frente a las incomprensiones externas. Son la ayuda ideal en caso de dificultades. Seguro que después de la derrota ante Suiza, fueron esenciales para que los jugadores soportaran la presión mejor.

Hay entrenadores con fama de modernos y entrenadores con etiqueta de clásicos. ¿Qué es la modernidad? ¿Escanear rivales? Estudiar a los adversarios es importante pero en la alta competición lo decisivo es la psicología. En esto Del Bosque es un maestro. Su manejo de los grupos humanos es fabuloso porque tiene un gran corazón. Se hace querer no por sus palabras sino por su forma de actuar. Ni en las situaciones más desfavorables se sale de su cauce. Nunca le vi salirse de tono con los jugadores. Nunca le vi perturbarse por las críticas que le hicieron. Las absorbió con humildad y jamás recurrió a la energía o al autoritarismo para imponer su criterio. Es capaz de conseguir los mismos resultados que otro que da puñetazos sobre la mesa. Su librillo es tan antiguo como la inteligencia. Otros presentan librillos más llamativos y futuristas, pero cuando los abres están en blanco.

Recuerdo que en las noches de celebración de títulos él acudía a reunirse con sus familiares, que siempre le acompañaban en el campo. Del Bosque afianza su personalidad en su familia, en su esposa y en sus hijos, sobre todo en su hijo Álvaro, que tiene síndrome de Down. Es un chico extraordinario. El afecto que siente por Álvaro y por las personas que quiere le proporciona esa estabilidad. Yo siempre pensé que Álvaro es su ángel. El ángel que le proporciona esa fuerza. Ese extraño equilibrio emocional.

Alfonso del Corral estuvo durante 30 años en el Real Madrid, como jugador de baloncesto y como médico.

Vicente del Bosque, durante una entrevista.
Vicente del Bosque, durante una entrevista.AP

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