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Reportaje:

El bipartidismo se dispara en la Liga

El Barça y el Madrid no tienen rival desde hace siete años - El Valencia, el Villarreal y el Atlético se devalúan - La 'Premier' también cae en el duopolio pese a repartir más los derechos televisivos

Transcurrida apenas una jornada, nadie duda de que el Barcelona y el Madrid se despiden de sus rivales para disputarse entre ellos la Liga por octavo año consecutivo. Tal ha sido su disuasorio inicio en el campeonato. Empezaron con un 11-0 repartido en los seis goles del conjunto blanco al Zaragoza en La Romareda y los cinco del azulgrana al Villarreal en el Camp Nou. La distancia entre los dos gigantes y sus perseguidores se dispara en una tendencia imparable. Ya nadie se atreve a competir con ellos.

Tras vender en julio a Cazorla al Málaga por 20 millones de euros, el Villarreal levantó el lunes la bandera blanca. En la pasada campaña fue el cuarto. El tercero, el Valencia, ha traspasado también a su pieza más cotizada, Mata, por 28 millones al Chelsea e ingresado 103 en dos años al perder a sus cuatro campeones del mundo: Villa, Silva, Marchena y el propio Mata. A cambio, confirmó ayer los fichajes de Barragán, un lateral derecho del Valladolid, de Segunda, por dos millones, y del central zurdo Víctor Ruiz, del Nápoles y surgido de la cantera del Espanyol, por 7,5.

El Valencia, en 2004, fue el último equipo en imponerse al poder económico

El Atlético, el séptimo el curso pasado, se ha desprendido de sus tres estrellas: De Gea, Agüero y Forlán. Y el Sevilla, el quinto, ha caído en la ronda previa de la Liga Europa a pies del Hannover.

La clase media alta de la Liga ha ido perdiendo fuelle al mismo tiempo que el Barça y el Madrid seguían creciendo en un despiadado mano a mano por alcanzar la supremacía.

La operadora televisiva Mediapro pagó la temporada pasada 140 millones al Barça y el Madrid por tan solo 12 al Levante, Hércules, Sporting, Málaga y la Real Sociedad, el considerado pelotón de los pobres. En la Premier, el reparto es mucho más equitativo: el mejor pagado, el Manchester United, se llevó 68 millones; el peor, el Blackpool, 44. Pero, aunque ahora haya irrumpido el Manchester City, impulsado por los petrodólares de un jeque, el bipartidismo también se ha impuesto en el último decenio en la la Liga inglesa: cinco títulos del United y tres del Chelsea por tan solo dos del Arsenal al principio del mismo.

Justamente la misma proporción que en España: cinco el Barça, tres el Madrid y dos el Valencia. El club de Mestalla fue el último, en 2004, que rompió el duopolio. Su presidente de entonces, Jaume Ortí, lo atribuye a una hábil gestión de un presupuesto "ínfimo" respecto a los dos grandes. "No fue cuestión de dinero. La proporción televisiva era la misma que ahora", explica Ortí; "le ganamos dos Ligas a Florentino Pérez [la otra, en 2002]. No podíamos tener a los mejores jugadores, pero sí el mejor equipo: le vendimos a Gerard al Barça por 21,6 millones de euros".

Hay un antes y un después de la ley Bosman, en el curso 1996-1997, y la consiguiente liberalización del mercado de jugadores, así como de la llegada del dinero de las televisiones. El poder económico se fue concentrando y con él los títulos. Antes de esa fecha, en Inglaterra 23 equipos habían ganado la Liga; después, solo tres. En España fueron ocho los laureados antes y después solo cuatro: el Madrid, el Barça, el Valencia y, en 2000, el Deportivo, ahora en Segunda. En Italia, la proporción es de 16 a cinco; en Francia, de 15 a seis, y en Alemania, de 26 a seis.

La Liga europea más democrática en el último decenio ha sido la alemana. Tras los cinco títulos del Bayern, el Dortmund ha sumado dos y el Wolsburgo, el Stuttgart y el Werder Bremen uno. La francesa se abrió después de los siete años hegemónicos del Lyon: el Burdeos, el Marsella y el Lille se repartieron los otros tres. Y en Italia el Inter ha ganado cinco de los últimos seis scudetti, cediendo dos al Milan y dos al Juventus (el de 2004-2005 quedó desierto por el escándalo de fraude masivo del calciopoli).

Messi, en el momento de marcar el cuarto gol del Barça al Villarreal.
Messi, en el momento de marcar el cuarto gol del Barça al Villarreal.DAVID RAMOS (GETTY)

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