La bomba Alexis

El protagonismo de Messi y, especialmente, su capacidad goleadora (26 tantos en 22 partidos) comprometen la productividad de sus socios en la delantera del Barcelona, sobre todo la de Villa y Alexis. Ambos se redimieron contra el Rayo Vallecano después de quedarse secos en Getafe. No fue el mejor partido del Niño Maravilla, pero ayer ocupaba las portadas de los diarios por haber metido dos goles, el doble de los que llevaba después de su estreno ante el Villarreal.

Alexis estuvo soberbio en la definición y fue más discontinuo en la elaboración. Marcó nada más cambiarse de banda, justamente cuando aumentaba la preocupación de la hinchada por la pérdida de un par de balones, y repitió en una acción armada por Messi y Xavi. No hay mejor terapia para recuperar la autoestima que los goles y el chileno se presenta como una seria alternativa para el clásico del día 10 contra el Madrid. Tanto Pep Guardiola como el equipo tienen mucha confianza en Alexis.

El delantero reafirma su autoestima con los dos goles al Rayo Vallecano

No se olvida la directiva que renunció a una oferta superior del Manchester United ni que, siendo una estrella en Italia y Chile, se presentó con humildad ante sus compañeros del Barça. Hay quien se explica incluso la cadena de empates azulgrana en cancha ajena por la ausencia de Alexis a causa de su lesión en Anoeta. Mientras estaba en la cancha, el Barça ganaba por 0-2 a la Real Sociedad y, a la que el delantero se rompió el bíceps femoral, los azulgrana concedieron un 2-2. Reaparecido en Praga, frente al Viktoria Plzen, ha dado más agresividad y profundidad al equipo.

No hay un futbolista como Alexis en el plantel, sobre todo por su explosividad, combatividad y capacidad para barrer el frente de ataque. Su hiperactividad provocó incluso que los técnicos tuvieran que advertirle de que regulara su esfuerzo. Actuaba como un purasangre desatado, dispuesto a ganarse el puesto y la confianza de Messi, así como la indulgencia de la afición, que siempre miró con el rabillo del ojo a los regateadores. Los aficionados son muy puñeteros, tanto que a veces acobardan a los jugadores que se arriesgan con el pase o en el uno contra uno, máxime si pierden la pelota. Alexis acepta el desafío y está dispuesto a jugar sin miedo, como le enseñó Marcelo Bielsa en Chile y aprendió en Udine.

Veloz y feliz cuando ataca el espacio, su reto es recuperar el tiempo perdido sin que le pueda la ansiedad. Presionado por la irrupción de Cuenca, necesita que su cabeza procese correctamente la velocidad de sus piernas y la fortaleza de su carrocería. "Es una bomba", cuentan en el Camp Nou. Alexis da oxígeno a un equipo muy esmerado y plácido en el toque.