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Reportaje:Olimpismo

El camino a Pekín pasa por España

Atletas, regatistas, nadadores, grandes deportistas y campeones de todo el mundo afinan su puesta a punto para la cita olímpica de agosto en los centros de alto rendimiento españoles

Muchos llegan de incógnito, se entrenan con discreción, se alojan con sus técnicos, médicos y fisioterapeutas en hoteles cercanos y huyen de los medios. A otros no les importa ser reconocidos en las instalaciones deportivas, donde comparten alojamiento, comedor común y cafetería con decenas de deportistas españoles, charlan tranquilamente y cuentan su experiencia. Incluso los hay que, como divas cinematográficas, juegan al despiste, dejan pistas falsas, anuncian su llegada un día, su retraso el siguiente, la anulación definitiva el tercer día. Todos tienen en común, sin embargo, tres rasgos: son algunos de los mejores deportistas del mundo, llevan casi cuatro años preparándose para ser campeones olímpicos en Pekín y han decidido afinar su puesta a punto olímpica en España, atraídos no tanto por los legendarios sol, gastronomía y buenos precios que conforman el mito español, sino por sus extraordinarias instalaciones para deportistas de alto nivel: una red de centros de alto rendimiento (CARD) iniciada a finales de los 80 por los Gobiernos socialistas con vistas a los Juegos de Barcelona y que el actual secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, ha terminado de poner al día. "Sólo en 2007 firmamos convenios para uso de nuestras instalaciones con 32 países, todos los de la Unión Europea más algunos más lejanos, como Vietnam, Egipto, Cuba, Rumania...", explica Rosa Ortega, directora de la división de los CARD del Consejo Superior de Deportes. "Y este año han venido a nuestros centros yudocas de Perú, esgrimistas de Argentina, gimnastas de Portugal, luchadores de Taekwondo de Honduras...". Y grandes cracks a título individual, sin convenio.

Un paseo por cuatro ciudades a mediados de invierno descubre situaciones inusitadas.

- Madrid: la babel del atletismo. Como un símbolo de los tiempos que llegan, bajo el cielo inusualmente encapotado del invierno madrileño brilla el fulgor blanco de la gabardina espectacular de Luis Miguel Landa, responsable nacional de fondo de la federación de atletismo. Es un lunes de febrero, es mediodía, y, en una curva de la pista del CARD de Madrid, en la Ciudad Universitaria, Landa, manos en los bolsillos, entrena a su esposa, la ex atleta china Dong Liu, quien en 1973, cuando tenía sólo 19 años, se proclamó en Stuttgart campeona del mundo de 1.500 metros. "Pero no, tranquilo, que no la entreno para que vuelva a competir", dice Landa. "Simplemente para que esté en forma. Además, me sería imposible utilizar los métodos con los que la machacó Ma Junren, que la hacía correr 30 kilómetros diarios".

La actividad de esta extraña pareja no es la única sorpresa que le espera al visitante. Unos metros más allá, tras los cristales, el espectacular módulo cubierto hierve de actividad variada. En un rincón, y bajo la mirada crítica de Bernardo Domínguez, técnico de velocidad, los mediofondistas Mayte Martínez, siempre preocupada por su fascitis, y Juan Carlos Higuero, exhibiendo sus magníficos gemelos, finos, de inserción alta, trabajan su sprint final. Una pequeña novedad, pero mucho menor que la que se esconde junto al foso de saltos; un reputado técnico brasileño, Nelio Moura, está rodeado de sus pupilos, algunos de los mejores saltadores del mundo, empezando por Irving Saladino, el campeón del mundo de longitud, que no se ejercita porque llegó tocado de una competición en Atenas, y su novia, la saltadora brasileña Keila Costa, y Maurren Maggi.

"Llevamos aquí desde hace dos semanas", cuenta Saladino, un saltador espectacular, de estilo ágil y fluido que recuerda a Iván Pedroso, mientras se enguanta las manos. "Hace frío, hace frío. Es lo único que no me gusta del todo. Lo demás es espectacular: las instalaciones son únicas".

El grupo brasileño se aloja en el cercano hotel Príncipe Pío porque la residencia, recién inaugurada, está completa, y pasa el día en el CARD. Ellos se aprovechan de las instalaciones y los técnicos locales de la posibilidad de ver en acción al mejor del mundo. Y también de intercambiar conocimientos con su técnico. "Nelio es un gran científico del entrenamiento", dice Juan Carlos Álvarez, mientras supervisa los saltos de sus pupilos, los cubanos nacionalizados Luis Felipe Méliz y Joan Lino Martínez, que se queja de los tendones. "Le preocupan mucho las cuestiones biomecánicas y tenemos grandes charlas sobre el asunto. Y aunque Irving debería perfeccionar la fase aérea, el vuelo, el despeque, la caída, es tan bueno que es capaz de saltar 8,20 metros cayendo de pie".

A la derecha, una pertiguista salta y salta sin parar. También es brasileña, pero su técnico es italiano, Domenico, el segundo de Vitali Petrov, el entrenador de Yelena Isinbayeba, en el centro de Formia. Ella es Joana Ribeiro. "Iba a venir también Vitali con Isinbayeba, pero al final se queda en Clermont Ferrand, con los volcanes y el frío", explica Domenico, quien también ha estado en San Sebastián trabajando con Naroa Agirre.

También se había oído por las pistas de Madrid que Dwain Chambers, el proscrito, el mal amado velocita británico a quien su federación dificulta su regreso tras dos años de sanción por dopaje, podría caerse por Madrid. Lo dejó caer Francis Obikweku, el portugués de origen nigeriano, subcampeón olímpico en Atenas, que se entrena en Madrid con Manolo Pascua. Pero, mientras Obikwelu estira los músculos un poco más allá, el propio Pascua lo desmiente. "No quiero ver a Dwain Chambers ni en pintura", dice.

- Palma: la cuna de la vela. En unos 300 metros cuadrados, junto al Club Náutico El Arenal, en Palma de Mallorca, nueve tripulaciones olímpicas de la clase 49er comparten la arena de la playa sin esconder secretos entre ellos. Tras una verja, y al lado de unos baños públicos, los equipos que defenderán en los Juegos a España (Iker Martínez y Xabi Fernández), Inglaterra, Italia, Portugal, Suecia, Noruega, Austria, Polonia y Finlandia se entrenan juntos todos los días aprovechando unas condiciones para la navegación únicas en Europa. También se pasean por allí algunos de los participantes olímpicos en 470. Todos con sus furgonetas a rebosar. "Aquí tenemos las condiciones perfectas para entrenarnos. No hay temperaturas extremas en invierno y el viento sopla en un rango muy amplio de fuerza", explican los alemanes Jan Peter y Hannes Peckolt, primeros en la clasificación mundial. "Hay muchas tripulaciones internacionales aquí y el nivel de los entrenamientos es muy alto. Y el tiempo es tan bueno que podemos practicar otros deportes de resistencia. La mayor diferencia con nuestro país es la temperatura. En Alemania la temperatura media en invierno es de cinco grados. Incluso el agua se hiela a veces", añaden.

El club El Arenal ofrece en otoño programas de entrenamiento a las federaciones extranjeras. Los regatistas aprovechan los vuelos baratos a Palma y los precios moderados al estar en temporada baja para entrenarse. Algunos se quedan en hoteles; otros alquilan incluso un piso. La playa de Palma se llena entre diciembre y abril, cuando no hay circuito de regatas. El año pasado, 120 barcos de diversas nacionalidades se juntaron en Mallorca. La cifra se ha reducido algo este invierno porque los Mundiales se disputan en Australia y Nueva Zelanda, muy lejos de Europa. Pero muchas tripulaciones preparan en la isla el Europeo de 49er, que se disputará del 22 al 30 de marzo, y los Juegos de Pekín.

- Valencia: el retiro de Mutola. La mozambiqueña Maria Mutola prepara su retirada profesional tras los Juegos, a los 35 años, alojada en una "habitación espartana" del complejo deportivo La Petxina, en Valencia. Antes que un hotel de lujo, la atleta prefiere moverse casi anónima en chándal por las instalaciones y entrenarse en las pistas de atletismo del cauce antiguo del río Turia. Sólo con cruzar andando la calle, disfruta de una pista nueva y muchos kilómetros para rodar en series de 800 metros. Y a un precio baratísimo. Por 40 euros al día, Mutola cubre el alojamiento y un menú especial para deportistas de élite en La Petxina. "No quiere lujos, sino llegar a la habitación, tirar la bolsa de deporte al suelo y descansar", cuentan en las instalaciones municipales. "Conocí la ciudad hace años y me encantó. Éste es un sitio estupendo para entrenarme. Hace buen tiempo en invierno, hay muy buenas instalaciones en pista cubierta y al aire libre, y todo está cerca", afirma Mutola. La mozambiqueña se entrenó en Valencia hace algunos años y repite todos los inviernos junto a su entrenador, Margo Jennings. Cuando comienza la temporada europea, Mutola cambia el Centro de Alto Rendimiento de Johannesburgo, en altitud, por un ambiente más cálido. "Aquí han venido atletas de alto nivel y algunos se han nacionalizado por lo bien que están. Eso se extiende entre ellos, se lo cuentan, saben que aquí consiguen buenas marcas y lo tienen todo. Hay buen clima, buenas instalaciones y la dieta mediterránea, que es muy recomendable. Es el entorno perfecto", cuenta Rafael Blanquer, ex atleta y director del club València Terra i Mar, situado justo al lado de La Petxina. "A veces nos la llevamos a entrenar al velódromo", dice Blanquer. En esas instalaciones se disputan los Mundiales de pista cubierta del 7 al 9 de marzo.

El entorno valenciano atrajo también a Kelly Holmes, que pasó por la ciudad antes de ganar dos oros en Atenas en 2004 en 800 y 1.500 metros, como, ocho años antes que ella, la rusa Masterkova, quien también hizo el doblete en Atlanta 96. Y ha seducido, por ejemplo, al equipo francés de pértiga, a atletas africanos que se hospedan cerca de la pista y a la selección de rugby de Argentina.

- Sierra Nevada: gloria al aire en las alturas. A 35 kilómetros de Granada, a 2.320 metros de altitud, en Sierra Nevada se levantan las mejores instalaciones de su género en el mundo. Hay, por ejemplo, una piscina de 50 metros y seis calles que durante algunos meses registra overbooking. "Vienen nadadores de todos los países del mundo", explica Jukka Lahtineen, director del CARD. "Se entrenan en altitud, en unas condiciones de retiro y calma excepcionales y se aprovechan también de nuestros estudios científicos. La piscina, por ejemplo, tiene en el frente y en los laterales ventanas para poder hacer filmaciones bajo el agua. Y en nuestro pabellón han hecho su pretemporada equipos de baloncesto, como el Real Madrid de Scariolo. También tenemos campo de fútbol, pero para un gran club, con los problemas de calendario que hay, es complicado encontrar un hueco para venir, porque el entrenamiento en altitud sólo resulta efectivo si se ejercita durante un mínimo de tres semanas".

Los nadadores, los esquiadores y los triatletas, son los máximos usuarios de unas instalaciones que también incluyen pistas polideportivas cubiertas y una pista de 400 metros al aire libre -complicada de usar por los vientos de la zona, a la sombra del Veleta-, pero sacan mayor rendimiento los atletas, los adeptos al live high-train low (vive en altitud-entrena abajo) para mejorar el rendimiento. "La gran ventaja de Sierra Nevada es que en muy poco tiempo puedes bajar desde más de 2.000 metros hasta Salobreña, a nivel de mar", explica Fernando Lozano, entrenador del fondista Chema Martínez. "Y eso permite exprimir al máximo las posibilidades del trabajo en altura".

Y los precios. "La proliferación de los vuelos baratos ha hecho que a muchos deportistas centroeuropeos les resulte más barato venir a entrenarse aquí que quedarse en su país", dice Rosa Ortega. "Por 62 euros diarios un deportista europeo cuenta con alojamiento en habitación doble en la residencia del CARD, manutención y acceso a las instalaciones. Y por un poco más con todos los servicios de medicina deportiva, analíticas, pruebas de esfuerzo y hasta estudios biomecánicos".

Irving Saladino, en el Mundial de Osaka.
Irving Saladino, en el Mundial de Osaka.REUTERS
María Mutola, en Valencia.
María Mutola, en Valencia.TANIA CASTRO

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