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Una cantera en desuso

Casillas, el último ascendido desde la 'ley Bosman' que es titular

Hace casi cuatro años, Florentino Pérez, entonces presidente del Madrid, dijo: "El proyecto debe asentarse en dos pilares: la cantera y los mejores jugadores del mundo". Ese modelo acabó devorado por los egos del vestuario y la política de zidanes y pavones se hizo un lema vacío por la mala gestión. Mejía, Valdo, Portillo, Raúl Bravo y el propio Pavón tuvieron que irse. Hoy, los canteranos siguen sin sitio en el primer equipo. Desde la ley Bosman, de diciembre de 1995, Casillas, debutante en el curso 1999-2000, es el último futbolista de las categorías inferiores con continuidad en el once. A diferencia del Barça, en el que el uso de sus jóvenes valores es incesante (Puyol, Valdés, Iniesta, Oleguer, Messi, Giovani o Bojan), el Madrid ha ido relegándolos. Esta temporada no es una excepción. Miguel Torres, que en la pasada disputó como titular la segunda vuelta de la Liga, se ha visto eclipsado por el brasileño Marcelo y sólo ha salido de inicio en ocho partidos; Soldado ha jugado 17 minutos; Balboa, 38, y Codina, tercer portero, ocupa una posición marginal.

Míchel, director de la cantera con Ramón Calderón en la presidencia, asegura, sin embargo, que el fútbol base del Madrid atraviesa un buen momento. Así, alude a los cambios institucionales como causa de que los talentos de Valdebebas no encuentren acomodo. "En siete años ha habido cuatro presidentes [Lorenzo Sanz, Pérez, Fernando Martín y Calderón] y muchos proyectos en los que los técnicos y directores deportivos no han tenido tiempo de atender a la cantera, de esperar la cocción de los jugadores", explica; "un entrenador, cuando llega al banquillo, pretende futbolistas ya formados, no promesas".

En la mayor parte de los casos, los canteranos han emigrado. Ahora hay un puñado con relevancia: De la Red y Granero, éste cedido, son piezas fundamentales en el Getafe; Negredo es el máximo goleador del Almería; Juanfran, titular en Osasuna, y Valdo, el dueño de la banda derecha del Espanyol. Sobre algunos, como De la Red o Negredo, el Madrid guarda una opción de recompra.

"Que triunfen es un buen síntoma", afirma Míchel; "si no, habría un problema de base. Estoy convencido de que algunos volverán y triunfarán en el Madrid. Nuestro objetivo es que al año suban un par de jugadores. Eso importa más que los resultados del filial".

Raúl lamentaba días atrás la oportunidad perdida, la falta de la "visión necesaria" en los responsables de la fábrica: "Hemos desperdiciado una buena camada. Quizá, por la situación que vivimos hace dos o tres años". Y Vicente del Bosque, el último entrenador que apostó por aquélla, dispara: "Han venido directores de fuera sin conocimiento. Casi debería establecerse un número obligatorio de canteranos en el primer equipo".

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