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El capitán que conquistó la Bundesliga

Makoto Hasebe es el primer futbolista japonés que juega en Alemania desde que se retiró el mítico Yasuhiko Okudera

Yasuhiko Okudera es la leyenda del fútbol japonés y Makoto Hasebe (Fujieda, Shizouka; 1984), capitán de la selección asiática, sigue sus pasos. Okudera fichó por el Colonia alemán en 1977 y se convirtió en el primer futbolista de su país en jugar profesionalmente en Europa. Hasebe se desempeña en el Wolfsburgo desde 2007. Ningún japonés había vuelto a jugar en la Bundesliga desde que se fue Okudera.

La leyenda asiática consiguió, además, ganar la Liga y la Copa alemanas en 1978. Sus actuaciones fueron tan destacadas que en 1980 lo fichó el Hertha de Berlín y un año después se fue al Werder Bremen, donde permaneció hasta 1986. El centrocampista jugó 259 partidos y marcó 34 goles durante su estancia en Alemania. Hasebe también ganó la Bundesliga en su primer año en el Wolfsburgo, aunque sus cifras en Europa son todavía mucho más modestas que las de Okudera (63 partidos y dos goles). Hasebe, sin embargo, puede hacer historia con la selección. Si Japón gana a Paraguay se clasificaría para cuartos de final de un Mundial por primera vez.

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Hasebe comenzó a jugar al fútbol profesional en el Urawa Red Diamonds, de la Primera División japonesa. Permaneció allí de 2003 a 2007 y disputó 149 partidos. Consiguió anotar 12 goles y ganó dos ligas japonesas, dos Copas del Emperador y una Liga de Campeones asiática. En 2004 lo eligieron mejor jugador del año y fue incluido en el once ideal de la temporada. Todos esos títulos y reconocimientos llamaron la atención del Wolfsburgo, que lo fichó en 2008. Hasebe debutó con el equipo alemán en septiembre de ese año haciendo historia: era la primera vez que un futbolista japonés vestía la camiseta de este equipo alemán.

Hasebe seguía así los pasos europeos de Okudera, que es uno de los responsables de la progresión que ha experimentado el balompié japonés en los últimos años. Antes de que despuntara en Alemania, el fútbol en el país asiático se movía por los cauces del amateurismo. Los futbolistas trabajaban durante la semana para las empresas propietarias de los equipos a los que pertenecían. Los jugadores extranjeros sí eran profesionales. Okudera fue el primer jugador japonés profesional y abrió el camino a los que vinieron detrás. Cuatro años después de su retirada, en 1992, se creó la Liga Japonesa.

Gracias, en buena parte, a las puertas que abrió Okudera, Hasebe ha podido disputar 34 partidos con Japón y ya solo le quedan ocho encuentros para alcanzar al mítico futbolista en internacionalidades. Okudera no disputó ningún Mundial porque Japón nunca se clasificó mientras él estaba en activo, pero dio un fuerte impulso al fútbol en su país. Hasebe puede contribuir a consolidarlo como capitán de la selección. Pasar a cuartos del Mundial sería un paso casi definitivo.

Hasebe, a la izquierda, se entrena junto a Honda.
Hasebe, a la izquierda, se entrena junto a Honda.AP

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