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La carrera de fondo de Terol

El piloto del equipo Aspar, sexto bajo la lluvia y sin arriesgar un ápice, será campeón en Malasia siempre que quede por delante de Zarco, tercero

En un escenario típico en Phillip Island, donde la lluvia viene y va sin avisar, dada la velocidad a la que sopla el viento, donde el sol aparece y luce con fuerza con la misma rapidez con que vuelve a esconderse, el favorito al título mundial de 125cc, Nico Terol, salvó los muebles. Fue una carrera complicada, en la que había que usar mucho la cabeza, más si uno está jugándose el campeonato, como le ocurre al de Alcoy. Y en eso Terol es el más listo. Sabe cuando debe uno conformarse con ser segundo, o incluso sexto, como en este GP de Australia, en el que se debatió si declarar la carrera en seco o en mojado, en el que el baile de gomas fue protagonista en la parrilla de salida, unos con neumáticos lisos, otros, solo unos pocos, caso de Adrián Martín (que abrió una distancia enorme al inicio de la prueba, cuando el asfalto aún estaba mojado). Finalmente fue declarada en seco. Y entre la primera y la segunda fila de la parrilla asomaban los espías. El equipo de Johann Zarco, único piloto que puede aguarle la fiesta al valenciano, permanecía expectante, a la espera de ver qué gomas calzaría finalmente su rival Nico Terol, justo detrás de él, tras la pole del francés, en un tranquilo y cuarto puesto.

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Ambos optaron por las de seco. Y acertaron. Claro que aquello les obligó a tomar precauciones en las primeras vueltas. El pupilo de Aspar fue tremendamente conservador. Aunque no fue el único. El inicio de la prueba parecía la llamada riders parade -o desfile de pilotos, que se pasean por el circuito para saludar a los aficionados antes de salir a correr- más que una carrera de motos. Terol se lo tomó con calma. Se le había echado el mundo encima cuando, recién llegado a la parrilla vio caer las primeras gotas de aguas. Se bloqueó -"ha sido la peor salida de mi vida", diría. Y solo cuando volvió a salir el sol y secó la pista, le dio a la maneta del gas, concentrándose en cada curva. Su ritmo, a la altura de los pilotos que rodaban en cabeza le permitió ir adelantando desde aquella 16ª posición a la que cayó al inicio hasta la sexta, después de alcanzar a su otro compañero de equipo, Héctor Faubel, a falta de cuatro giros para el final, que le cesió el paso cortésmente.

Entretanto Martín, que había sido rebasado por Sandro Cortese a la sexta vuelta, había tenido que pasar por su taller para un cambio de neumáticos. El alemán ya no abandonó la cabeza de aquel desfile de pequeñas motos. Tras él, Zarco, a quien siempre se le dio bien correr bajo la lluvia, que tomó precauciones pero no tantas, escaló fácil desde la quinta a la tercera plaza, desde donde peleó con Luis Salom porel segundo puesto, sin éxito; es más, no solo tuvo que empeñarse en luchar con el mallorquín, también tuvo que hacerlo con su compañero de equipo Efrén Vázquez, que le discutía la plaza, como si no recordara que el chico se está jugando el título. Al final, Zarco, también salvó los muebles, y subió al último escalón del podio. Suficiente para mantener el misterio, al menos hasta Malasia, donde se celebra la penúltima carrera del curso la semana próxima. Allí, a Terol le bastaría con terminar por delante del francés para ganar el título de 125cc, tarea nada fácil, pero al alcance del piloto alcoyano, que en todo caso guardaría una última bala para Valencia, que ya espera a "su" campeón del mundo.

Nicolás Terol durante el Gran Premio de Australia.
Nicolás Terol durante el Gran Premio de Australia.ROBERT CIANFLONE (GETTY)

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