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La carrera del millón

En plena crisis del ciclismo, en medio de la batalla con la UCI, el organizador de la Vuelta anuncia una prueba en Abu Dabi

Carlos Arribas

El ProTour, el club mundial diseñado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) que agrupa a las mejores carreras del calendario y a los 20 mejores equipos, organiza cada año como fin de fiesta una cena espectáculo en un restaurante a orillas del lago de Como.

Bah, qué birria, dicen los organizadores de Vuelta, Giro y Tour, las tres pruebas faro, denominación que a ellos tanto les place, del ciclismo mundial, tres carreras que actualmente se encuentran en tierra de nadie. Según la UCI, como ayer recordó su presidente, el irlandés Pat McQuaid, las tres grandes forman impepinablemente parte de su ProTour, y a sus reglas éticas y de participación se deben plegar. Según ellos, mismos, los organizadores, y después del fracaso de las negociaciones de marzo pasado para reducir a 18 el número de equipos del ProTour, sus carreras, 11 en total, ya que a las tres grandes rondas hay que añadir Tirreno-Adriático, París-Niza, Milán-San Remo, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, París-Roubaix, París-Tours y Giro de Lombardía, tienen vida organizativa propia, ajena al ProTour, y son ellos quienes imponen las reglas.

"Si la UCI aceptara la situación que quieren los organizadores, esto sería la anarquía"

Y también ellos los que montan sus fiestas. Y qué fiesta. La carrera del millón de dólares. La carrera de los petrodólares.

En un lujoso hotel de Madrid, Unipublic, el organizador de la Vuelta, presentará en enero la Carrera de los campeones, que se disputará en Abu Dabi, en el corazón de los Emiratos Árabes Unidos, en el mes de noviembre. El premio para el ganador, un millón de dólares.

Una extravagancia, dirán algunos, que contemplarán está noticia comparándola con la situación actual del ciclismo más allá de las luchas entre sus dirigentes.

La Operación Puerto y el positivo de Landis en el Tour han dejado a su paso a un deporte sin campeones, sin dirigentes respetados por todos y en crisis de credibilidad, a decenas de ciclistas en paro, a una afición desorientada, a unos equipos que han entonado el sálvese quien pueda. Y seis federaciones, las más importantes de Europa, incluida la española, han hecho público su desacuerdo con casi todas las decisiones de la UCI, lo que no deja de ser el preanuncio de un cisma.

Y entre medias aparece Unipublic como un encantador de serpientes, según algunos observadores, intentando llevarse a su terreno a los equipos.

"Sí, de hecho, ya hemos llegado a un acuerdo con la asociación de equipos integrados en el ProTour y les parece magnífica la idea de la carrera", aseguran fuentes de Unipublic, que a medias con la empresa jordana Kenzay, montará la carrera del millón, que constará de tres etapas. En ella participarán sólo nueve conjuntos: los equipos de los ganadores de Vuelta, Giro y Tour (o de los segundos clasificados en caso de repetición), los tres que hayan ganado la clasificación por equipos y tres invitados a discreción del organizador. Kenzay se encargará de buscar los patrocinadores, mientras que Unipublic pondrá los corredores y los medios técnicos para la realización televisiva.

"Sí", comenta un técnico. "Hay un bombón para nueve, pero en la asociación hay 20 equipos". Pese a que, como afirman desde Unipublic, ya hay un pacto con los dirigentes de la asociación de equipos, el tema probablemente acabe siendo abordado en la asamblea de equipos que se celebrará a mediados de enero junto a otros asuntos polémicos como la toma de posturas conjunta ante la Operación Puerto y la estricta aplicación del código ético.

El principal problema de la carrera es que por el momento no está inscrita en el calendario que para 2007 ha aprobado la UCI. Y no parece, a tenor de las últimas declaraciones de Pat McQuaid sobre la guerra con los organizadores, que su inscripción sea un asunto factible a corto plazo.

Ayer, cuando un periodista de France Presse le preguntó cómo responderá la UCI a la decisión de los grandes organizadores de fijar sus propios criterios de participación, McQuaid, presidente de la UCI desde septiembre de 2005, respondió: "Hay un reglamento y la UCI llegará hasta el final para aplicarlo. La UCI es el gobierno del ciclismo y no somos yo o Hein Verbruggen, mi predecesor, quien ha hecho el reglamento. Si la UCI aceptara la situación que quieren los organizadores, esto sería la anarquía".

La acracia es quizás el último escalón que le quede por visitar al ciclismo en su desintegración, aunque McQuaid cree que todo se puede solucionar hablando y respetando todos las decisiones adoptadas. "En marzo acordamos reducir a 18 el número de equipos del ProTour, pero a cambio pedimos a los organizadores de ofrecer algo a cambio. No dieron nada", añadió McQuaid. "Pero antes que el ProTour nuestro asunto prioritario actualmente es que la Operación Puerto llegue a su fin, que el juez nos deje utilizar los elementos del sumario para abrir expedientes disciplinarios a los corredores implicados".

Erik Zabel encabeza un <i>sprint</i><b> en la pasada Vuelta.</b>
Erik Zabel encabeza un sprint en la pasada Vuelta.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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