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Reportaje:

La caza de brujas de Lopera

El presidente y el técnico del Betis, Juande Ramos, se presentan de madrugada en casa de un jugador dónde la plantilla celebraba Halloween

A más de un jugador del Betis le costará olvidar la noche de Halloween. Y el motivo de que tal recuerdo sea imborrable no será otro que el susto que les dio a altas horas de la madrugada del jueves el presidente del club, Manuel Ruiz de Lopera, quien no dudó en quitarse horas de sueño para poner en marcha una auténtica caza de brujas. Algunos jugadores del Betis, en torno al 60% de la plantilla, se habían dado cita en el chalé que Benjamín Zarandona tiene en la urbanización Simón Verde, situada a las afueras de Sevilla, para celebrar la noche de Halloween. La fiesta de disfraces, a la que los jugadores acudieron sin sus esposas o novias, comenzó a la media noche del miércoles y, como buena fiesta que se precie, la diversión estaba garantizada hasta bien entrada la madrugada.

Y en esas estaban los futbolistas del Betis cuando la fiesta de Benjamín tomó el mismo cariz que el de las películas de adolescentes americanos cuando al padre del anfitrión le da por aparecer repentinamente en la casa y los invitados se ven obligados a escapar hasta por las ventanas.

Avanzada la noche, cerca de las 4.30 horas de la madrugada, volvió a sonar el timbre de la casa de Benjamín. Más de uno pensaría que se trataba de algún invitado rezagado con ganas de sumarse a la juerga. Pero nada más lejos de la realidad. El que se encontraba al otro lado del umbral de la puerta no era un compañero disfrazado: era el mismísimo Lopera, flanqueado por el entrenador del Betis, Juande Ramos, y su segundo, Carmelo del Pozo, según informó ayer el portal Muchodeporte.com.

Puesto sobre aviso no se sabe por quién, Lopera no dudó en aguardar despierto y, ya de madrugada, en sacar de la cama a Juande Ramos para que le acompañase en su particular caza de brujas. Ni corto ni perezoso, el presidente del Betis se desplazó hasta esta exclusiva zona residencial -en la que viven varios jugadores más como Amato, Casas o Denilson- y comprobar en persona quiénes y de qué forma disfrutaban de la hospitalidad de Benjamín.

Aunque este comportamiento del presidente del Betis pueda resultar sorprendente, para los jugadores es algo a lo que ya están acostumbrados. El mismo Lopera se ha encargado de airear cómo se divierten sus chicos cuando su relación no atraviesa por buenos momentos. Así lo hizo cuando el año pasado la plantilla se rebeló en pretemporada. Lopera montó en cólera y les acusó de ser unos 'borrachos' y de montar juergas 'con señoritas desnudas por los pasillos' de un hotel madrileño después de un Madrid-Betis.

Por el momento el club no ha tomado medidas disciplinarias. Pero ayer por la mañana sí se notó que la fiesta tampoco había sido del agrado de Juande Ramos, quien a cuatro días de la cita con el Zaragoza, organizó un maratoniano entrenamiento que duró dos horas y media.

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