Nadal ya es el mejor del mundo

Rafael Nadal es desde ayer el mejor tenista del mundo. El español venció al ecuatoriano Nicolás Lapentti en cuartos de final del torneo de Cincinnati (7-6 y 6-1), y se aseguró arrebatarle el número uno del mundo a Roger Federer el 18 de agosto. Una victoria en la final del domingo, sin embargo, le daría esta misma semana el trono del suizo, derrotado la víspera por el croata Karlovic (6-7, 6-4 y 6-7).

Son las cosas del diabólico sistema de puntuación del tenis, que cada semana obliga a los jugadores a defender los puntos obtenidos el año anterior. Como los torneos de Toronto y Cincinnati han sido adelantados en 2008 para dar cabida a los Juegos, los resultados de este año en esos torneos no se compararán con los de 2007 hasta que finalice la semana en la que se jugaron entonces: el 11 de agosto (Toronto) y el 18 del mismo mes (Cincinnati). Conclusión: aunque no se refleje inmediatamente en la clasificación, Nadal ya es el tercer español que se proclama número uno del mundo, tras Carlos Moyà (1999) y Juan Carlos Ferrero (2003).

"¡Acábalo Rafa!", gritaba un espectador desde el principio. "¡Tranquilo!", le contestaba el juez de silla. Y en medio, Nadal sufriendo en busca de un sueño que ya es realidad. Federer tiene hoy 300 puntos de ventaja sobre Nadal, que jugará en semifinales contra el serbio Djokovic. El suizo perderá 350 el 11 de agosto, y otros 500 el 18. Nadal sólo cederá 230. Eso quiere decir que su proclamación oficial como número uno puede llegar en tres fechas, y siempre dependiendo de sus propios resultados: el cuatro de agosto (si gana en Cincinnati); el 11 del mismo mes (si pierde la final); y el 18 (si cae con el serbio). Calculadora en mano, el español apostó por un cambio de estrategia. Nada más aterrizar en Estados Unidos, el campeón de Roland Garros y Wimbledon se planteó no disputar Cincinnati para descansar y preparar los Juegos. Al final, golpe de timón.

"Era una posibilidad", reconoce Francis Roig, el técnico que le acompañará en los Juegos. "Había que ver cómo quedaba físicamente tras la final de Toronto, porque lleva cinco torneos seguidos muy buenos", continúa. "Lo que pasa es que está en un momento de gracia, de gran dinámica, y los rivales sienten que juegan contra un toro. Era un momento para aprovechar". La derrota de Federer a las primeras de cambio en Toronto hizo que Nadal se replanteara su programa. El número uno estaba a tiro. El español decidió jugar en Cincinnati y apechugar con lo que se le viene encima: si llega a la final, aterrizará en Barcelona el lunes y volará a Pekín el martes.

"Creo que si gano el torneo, seré número uno", reconoció el mallorquín antes de su partido. "Si gano seré el número uno en dos semanas. Así que no importa si caigo en la primera ronda de los Juegos y Roger gana, ¿no?", afirmó. "Sé que estoy en una buena posición y no sólo porque Roger tenga que ganar todo a partir de aquí, los Juegos y el Abierto de Estados Unidos."

El mallorquín lleva a la sombra de Federer desde el 25 de julio de 2005, cuando ocupó el número dos. No debe haber sido fácil: el suizo ha defendido su trono durante 235 semanas consecutivas, un récord al que sólo se acerca el de la permanencia del mallorquín como su escudero (157). Desde ayer, todo ha cambiado. Nadal ya es el mejor tenista del mundo.

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