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Entrevista:ÓSCAR FREIRE | Tricampeón del mundo | Ciclismo Campeonatos del Mundo

"En el ciclismo piensan mal del que gana"

Óscar Freire (Torrelavega, Cantabria; 1977) es el deportista español en activo más laureado y el único en la historia que ha ganado tres Campeonatos del Mundo. Pero es ciclista y a estas alturas, a las puertas de una carrera en la que luchará por su cuarto maillot arcoiris (La 2, 14.45; Eurosport, 10.30 y 16.00), lo tiene tan asumido como evidente le resulta que el deporte en el que ha hecho historia se va al garete.

Pregunta. En el año 2002, Cantabria prefirió como imagen de su comunidad a Bustamante, ganador de un concurso de televisión. Usted ya era bicampeón del mundo. ¿Lo puede razonar?

Respuesta. No me ficharon, no me quisieron. Al de Deportes no le parecía buena idea. Es política, intereses.

"He perdido la ilusión, pero esto es un Mundial. Si llegamos en grupo, me la juego"
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P. Tres mundiales y nunca ha sido propuesto para el Príncipe de Asturias. ¿Es política?

R. La verdad, me tenían que haber propuesto. Soy el único que ha ganado tres Mundiales en algo. Sí, es todo política y poder mediático. Lo peor no es eso: me dieron una medalla de plata al Mérito Deportivo por el segundo Mundial. De plata; a un entrenador de fútbol que ganó una Liga le dieron la de oro; a Urdangarín le concedieron la Cruz de Hierro por ganar con el balonmano, que es un deporte de equipo. ¿Lo ve? Política. Me decepcionan, sé que el ciclismo es un deporte duro y sé lo que cuesta conseguir algo. Pero me he dado cuenta de qué va todo esto hace mucho y ya no los necesito, estoy orgulloso de lo que he conseguido y eso me basta.

P. ¿Ha perdido la ilusión?

R. Sí, ya no es como cuando tenía 23 años. Cuando pasé a profesional sabía que era bueno, pero no pensaba ganar tres Mundiales ni ser uno de los mejores, así que estoy muy orgulloso, pero he perdido la ilusión al ver a qué punto ha llegado el ciclismo. Para mí es un trabajo, aunque se me exige ganar siempre y salgo a ganar todas las carreras. Aunque ahora, si ganas, piensan mal de ti. Eso es triste, el ciclismo ya no sale ni en el telediario. Ahora se apuesta por la F-1, el motociclismo...

P. Puede que el ciclismo aburra por la tele.

R. ¿Más que la fórmula uno? Lo venden muy bien, pero según salen, llegan a meta. No pasa casi nunca nada. Hombre, el motociclismo es divertido, pero en F-1 ganan Ferrari o McLaren.

P. ¿Hasta qué punto son ustedes culpables, los ciclistas, del pozo al que ha caído su deporte?

R. Algunos tienen mucha culpa, yo ninguna. Hemos pagado justos por pecadores. Y además está la UCI. En el fútbol, si hay problemas, recuerde lo de Italia, la FIFA los soluciona y mira por su deporte; la FIA no ha echado a Alonso y Hamilton, han multado a McLaren y sigue el espectáculo. En ciclismo da uno positivo y echan al equipo. Y todos somos sospechosos.

P. ¿Y qué han hecho ustedes para combatirlo?

R. Uno no puede reaccionar cuando no hay acuerdo ni apoyo. En la F-1 son 20 pilotos todo el año; en mi equipo hay corredores a los que les he visto dos veces al año y en el pelotón compañeros a los que no conozco. Se pudo haber hecho algo y no se hizo. Ni los equipos ni los organizadores... La gente es muy egoísta. Ahora llega el Mundial y hay corredores que tienen problemas, ahora es cuando quieren hacer algo, antes no. Y estas cosas tienen que afrontarse antes de que pasen.

P. Usted fue muy combativo contra los whereabout, los formularios en los que tienen que reflejar por anticipado su paradero futuro. ¿Se cansó de pelear solo?

R. Era evidente que la mejor manera de luchar contra el dopaje no era firmar un papel o aceptar una intromisión en tu vida privada. Me di cuenta de que la gente pensaba: "Yo no tengo problemas, lo hago y se acabó". Yo tampoco voy a tener problemas, pero no lo veo razonable.

P. ¿Les ha faltado orgullo a los ciclistas?

R. Muchos corredores han sido presionados, los equipos querían estar en el UCI ProTour y aunque no estaba bien hecha, tenían su negocio y tragaron con todo, sin contar con los organizadores... El negocio no va bien y no lo asumen.

P. ¿Qué piensa cuando luego Vinokúrov da positivo en el Tour?

R. Me parece bien que lo castiguen, que pague su culpa. Pero, ¿por qué pagan todos por él si no han hecho nada? Basta de sospechas. En estas cosas no puede haber dudas y todo son medias verdades... Esto debe ser profesional. Positivo, sancionado; no eres positivo, no eres positivo. Luego se inventaron lo de los whereabout, que es una manera de buscarte la ruina si les caes mal. A Rasmussen no van a verle a México, sencillamente dicen que lo han visto por ahí y con eso vale. Si no se puede demostrarlo, que se callen. Esto es el Tour contra la UCI y así nos va.

P. ¿Le quedan ganas de salir a pelear en Stuttgart por una medalla, aunque sea la de plata?

R. Sí. Si va uno escapado y llegamos en grupo, me la juego. En Hamilton ganó Astarloa escapado y esprinté por llegar el 14. He perdido ilusión, pero esto es un Mundial, es algo grande, como la Milán-San Remo y un par más, las que corro con ganas. Hay otras que las corro profesionalmente, sin la menor ilusión.

P. ¿Intuye qué puede pasar si gana un español en Stuttgart?

R. No sería una buena noticia para ellos. No sé por qué la han tomado con los españoles, aunque ahora resulta que todos están de acuerdo con nosotros para pelear por hacer algo el año que viene.

P. ¿También los franceses?

R. Los franceses no hablan con nadie.

P. ¿Habrá plante en la salida?

R. Yo no voy a hacer nada. No estoy de acuerdo. O se hace en serio o no se hace y menos porque se han visto afectados. Hay que pedir algo para hacer algo, no quejarse simplemente.

P. Que se lo digan a su padre...

R. Mi padre trabajaba en Sniace [fábrica de celulosa en Torrelavega] y cuando convocaron huelgas tenían mucho más que perder que nosotros. Allí había obreros de 50 años que se jugaban el resto de su vida laboral. Cuando se hace una huelga se hace por algo y consciente de que tienes algo que perder, pero se busca una mejora como objetivo. Si hace cinco años se hubieran hecho las cosas bien, ahora ganaría más dinero y en cuanto a lo deportivo se hablaría de otra cosa.

P. ¿Le gustaría que su hijo fuera ciclista?

R. Sinceramente, si no fuera ciclista, mejor. Pero tampoco se le puede quitar la idea.

P. ¿Tiene la sensación de que la de hoy es su última oportunidad de ganar el cuarto Mundial?

R. Dependes de la salud. Me queda el próximo año y luego ya veremos. Igual sigo uno más. Los dos próximos Mundiales son en Varese y Mendrisio, Suiza, al lado de mi casa [vive en Coldrerio, un pueblo del Ticino] y estaría bien, pero depende de la temporada; las hay que se hacen muy largas.

P. Se ha planteado presentarse a presidente de la UCI.

R. Lo haría mejor que el que está ahora [Pat McQuaid]. Es imposible hacerlo peor. Por lo menos miraría por lo mío, el ciclismo. Bueno, él también mira por lo suyo [risas]. Es increíble las decisiones que han tomado desde que está aquí. La UCI ProTour, por ejemplo. No conozco a nadie que me diga que sea una buena idea, pero firmaron todos. Es increíble.

P. Perdone, ¿su forúnculo está tranquilo?

R. Bien. Si no gano no será por eso.

Freire celebra su victoria este año en la clásica Milán-San Remo.
Freire celebra su victoria este año en la clásica Milán-San Remo.REUTERS

DUELO HISPANO ITALIANO EN LA MONTAÑA ASESINA.

Dos repechos, un suave descenso y una ligera ascensión final hasta la meta son los puntos fuertes del circuito de Stuttgart (19,1 kilómetros), en el Killesberg (montaña asesina), al que se darán 14 vueltas y en el que al tridente español -Freire, que busca ser el primero que gana cuatro Mundiales; Valverde, dos platas y un bronce, y Samuel Sánchez, cuarto en 2006- se opondrá el dúo italiano Bettini-Pozzato.

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