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El drama de Moha y 'Pancho' Maciel

"No quise verlo: el pie le colgaba", dice el osasunista tras partir un tobillo al defensa del Murcia

Juan Morenilla

Francisco Pancho Maciel (Buenos Aires, 17 de septiembre de 1977) se enfundó la camiseta 23 del Murcia el domingo en el vestuario de El Sadar y se la quitó horas después en una habitación de la clínica San Miguel, de Pamplona. En el minuto 39, una entrada por detrás del osasunista Moha le partió el tobillo izquierdo. Maciel sufre una doble rotura, complicada con una luxación y varios ligamentos afectados o rotos. Una lesión parecida a la que sufrió el deportivista Manuel Pablo. Hoy será operado por el doctor del Murcia, Pedro Luis Ripoll, en el hospital San Carlos y será baja entre cuatro y seis meses.

Al drama de Maciel se une el de Moha, sustituido en el descanso cuando se enteró de la gravedad de su acción y que apenas durmió en la noche del domingo. "No lo he visto por la tele... Ni quiero ni puedo", dice Moha, sorprendido por las consecuencias de su entrada, castigada con una tarjeta amarilla. "No fue fortuita, pero no me pareció grave. Sólo, un golpe. Hasta me puse en la barrera para que se sacara la falta. Entonces me acerqué y lo vi. El pie le colgaba. Tenía el tobillo salido, fuera del sitio, deformado. No quiero recordarlo más", añade el centrocampista marroquí, ex jugador del Barcelona B, el Levante y el Elche y, curiosamente, sólo cinco días mayor que Maciel, al que visitó en la clínica junto al gerente y dos médicos de Osasuna. Y fue Maciel quien tuvo que animar a Moha, hundido. "No te preocupes, hombre. No te comas la cabeza. Has entrado fuerte y ya está. Yo también lo hago. No te culpes más", le dijo Maciel.

El defensa no sintió un daño enorme. Ni siquiera oyó el típico chasquido. Pero el pie le colgaba. "No sentí dolor. Sólo me asusté. Y más, cuando vi las caras de los demás", cuenta Maciel.

La lesión trunca la trayectoria de un titular indiscutible en el Murcia desde su llegada en el verano de 2002. El curso pasado jugó 38 encuentros en Segunda, todos de titular, con David Vidal en el banquillo -consiguieron el ascenso-, y en éste ya sumaba los siete de la Liga con Joaquín Peiró. Maciel fue fichado al Almagro, ascendido a la Primera argentina, hace dos temporadas junto a Toneloto, Figueroa y Meloño, pero el Murcia lo cedió al Racing de Avellaneda "por motivos personales". Allí ejerció de líder en el equipo que ganó el torneo Apertura de 2001. Entonces, sí, dio el salto a España.

"Es el alma mater del equipo. Lleva a los demás a la victoria. El Murcia notará mucho su ausencia", dice Vidal, su ex entrenador. "El Deportivo le quería fichar esta temporada. Seguro que jugará en un grande porque sólo vive para el fútbol. Conmigo era como el entrenador en el campo. Y para el señor Peiró, también. Arropa mucho a sus compañeros. Es tan contundente como Ayala, pero más polivalente. Puede jugar de central, lateral derecho o centrocampista. Sube bien la banda y da muchas asistencias", añade.

"Se hace escuchar mucho. Tiene una personalidad muy fuerte dentro y fuera del campo", dice su compañero Acciari, también argentino, como Esnaider, Quintana y Loeschbor. Los cinco suelen juntarse con sus familias, con Maciel y su mujer, Silvina, recién casados, para distraerse. Lo necesitará más que nunca en los próximos meses.

Maciel.
Maciel.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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