_
_
_
_
_
Análisis:MUNDIAL DE MOTOCICLISMO | Tragedia en el Gran Premio de Malasia
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Sin escapatoria

Como representante de los pilotos en la comisión de seguridad de MotoGP, estoy convencido de que habrá gente que aprovechará el trágico accidente de Marco para cuestionar la seguridad del campeonato. Mi misión no es tratar de convencerla de lo contrario, pero sí me gustaría analizar el suceso para que nadie se llamase a engaño.

Las circunstancias que provocaron la muerte de Simoncelli serán investigadas a fondo, como siempre en estos casos, a la vez que también es importante reparar en la mala fortuna que tuvo. Cuando el neumático delantero de su Honda perdió agarre y le hizo comenzar a arrastrarse por el suelo, lo más normal habría sido que el piloto y la moto hubieran ido deslizándose por el cemento, primero, y la escapatoria, después, quedando lejos de la línea de circulación de los demás corredores. Simoncelli trató de evitar la caída haciendo palanca con su cuerpo. Se quedó agarrado al manillar, medio descabalgado, y sin quererlo volvió a meterse en la pista y la cruzó. Colin y Valentino, que circulaban por el interior, le vieron aparecer de repente, no tuvieron tiempo de reaccionar y colisionaron con él a unos 130 kilómetros por hora. Eso es como darse de frente, completamente desprotegido, contra una estampida de búfalos.

El diseño de las pistas facilita que el piloto y la moto se deslicen hacia fuera
Pero Marco se quedó agarrado al manillar, medio descabalgado, y se metió en ella
Más información
La muerte de un piloto genial
El equipo de Simoncelli no correrá en Valencia

Este terrible suceso es tremendamente parecido al que el curso pasado, durante la carrera de Moto2 del Gran Premio de San Marino, terminó con la vida de Shoya Tomizawa. Entonces, la moto devolvió al japonés a la pista tras escupirle en un zarandeo muy poco usual que le dejó tendido y bajo las ruedas de Alex de Angelis y Scott Redding, que no pudieron evitar llevárselo por delante.

Si alguien tiene clara la violencia de estos impactos es un servidor, ya que en el Gran Premio de Holanda de 1983, en el circuito de Assen, fui embestido por Wayne Gardner después de sufrir una caída y mientras trataba de salir huyendo del asfalto hacia la tierra. El encontronazo fue tan violento que también hizo que se me saltara el casco. En el caso de Marco eso no causó su muerte, sino el golpe que se llevó en el cuello al ser arrollado. A diferencia de lo que ocurrió en Sepang, donde ni Edwards ni Rossi pudieron hacer nada para sortear el cuerpo de Simoncelli, Gardner sí podría haber hecho algo más para evitar atropellarme a mí.

En cualquier caso, que nadie dude de los inmensos esfuerzos que en los últimos 20 años han llevado a cabo los distintos estamentos involucrados en el Mundial de motociclismo, desde la Federación Internacional (FIM), la compañía organizadora (DORNA) y las distintas marcas de suministradores de material (cascos, monos, guantes, botas...). La FIM nunca permitirá la celebración de una carrera en un escenario peligroso.

Hace 30 años, cuando yo corría, los accidentes graves, muchos de ellos mortales, se producían semana sí, semana no. Afortunadamente, a pesar de las muertes de Tomizawa y Simoncelli en los dos últimos cursos, este tipo de desgracias cada vez es menos frecuente.

Antes de homologar un trazado, la FIM lo visita varias veces y, en el caso de ser nuevo, se preocupa de que el diseño facilite que los pilotos que se caen, mayoritariamente en los virajes, se deslicen y no se golpeen contra nada. Ese es el principal objetivo. En mi época en activo, las escapatorias no eran ni mucho menos como las de ahora y era muy normal que el accidentado se fuera contra las protecciones y estas le volvieran a escupir a la pista con la peligrosidad que eso supone.

Nadie niega el riesgo que lleva consigo este deporte, básicamente porque el motociclista está completamente expuesto al peligro. Eso es algo que, por ejemplo en la fórmula 1, en la que los habitáculos se han convertido casi en búnkers, no ocurre. Al mismo tiempo, el principal argumento que se me ocurre para explicar el accidente que ayer se llevó a Simoncelli es a partir de esos elementos imponderables que existen en todas las disciplinas (ciclismo, automovilismo, fútbol...) y que de vez en cuando nos dejan a todos helados.

Franco Uncini es el responsable de seguridad del Mundial de MotoGP.

Edwards, a la izquierda, se lamenta tras el accidente mientras Simoncelli, a la derecha, está tendido sobre el asfalto.
Edwards, a la izquierda, se lamenta tras el accidente mientras Simoncelli, a la derecha, está tendido sobre el asfalto.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_