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Reportaje:

Las escuderías se salen con la suya

Los equipos de F-1 aplazan la reducción de presupuestos y Mosley no seguirá en la FIA

No habrá doble campeonato en la fórmula 1. Ése fue el acuerdo al que ayer llegaron la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la F-1 y la Asociación de Equipos (FOTA). La paz se firmó con la victoria de las escuderías, que consiguieron la cabeza de Max Mosley, el presidente de la FIA, que no se presentará a la reelección cuando acabe su actual mandato, en octubre. Era la primera exigencia de los ocho equipos que componen la FOTA ante la guerra suscitada por el recorte de presupuestos que pretendía imponer ya Mosley. La rebaja no será inmediata -en 2010 se mantendrán las normas de 2009-, sino progresiva.

"Tendrán las normas que deseaban y la estabilidad, pero nosotros hemos colocado tres equipos más en la parrilla y un compromiso para reducir costes", esgrimió Mosley mientras afirmaba que no había sufrido ninguna derrota. El acuerdo implica que el próximo campeonato se correrá bajo las normas de 2009, que no se aplicará el tope presupuestario de 45 millones de euros propuesto por Mosley y que las escuderías firmarán un Acuerdo de la Concordia con Bernie Ecclestone, patrón de la F-1, basado en el de 1998 pero con unas condiciones económicas actualizadas, que dará estabilidad a la competición hasta 2012.

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A cambio, la FOTA se compromete a prestar asistencia técnica a los tres nuevos equipos de la parrilla (Campos Meta, Manor Grand Prix y Team US) y a ir limitando sus presupuestos hasta regresar al nivel de principios de los noventa en dos años. El doble reglamento para 2010 planteado por Mosley desaparece. Todos los equipos correrán bajo las mismas normas. Por tanto, los motores Cosworth que llevarán los tres nuevos equipos deberán ajustarse a las 18.000 revoluciones por minuto aplicadas a todos.

Una vez alcanzados estos acuerdos, la FIA hizo pública la lista definitiva de equipos para 2010, en la que no hay ya condicionantes: Ferrari, McLaren Mercedes, BMW Sauber, Renault, Toyota, Toro Rosso, Red Bull, Williams, Force India, Brawn, Campos Meta, Manor Grand Prix y Team US.

La paz ha llegado a la F-1. Y los equipos recuperan la estabilidad reglamentaria tras una etapa convulsiva que les llevó a inversiones multimillonarias para adaptar sus coches a las exigencias de la FIA: KERS, doble difusor legalizado, reducción a 18.000 revoluciones por minuto, reducción aerodinámica del 50%, cambio a neumáticos lisos... Pero queda una última batalla por librar: que el 70% del dinero que produce la F-1 vuelva a los equipos. Y ahí van a encontrarse con la oposición de un Ecclestone que ha ofrecido la cabeza de Mosley a la FOTA para no perder su negocio.

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