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Reportaje:PEKÍN 2008 | Falta un mes para los Juegos

La fábrica de medallas

El Centro Especializado de Alto Rendimiento de vela de Santander es el único en Europa que concentra a toda la tripulación olímpica

Juan Morenilla

Las medallas que la vela española espera colgarse en Pekín (es la disciplina con más metales olímpicos, 15, y más oros, 10, a mucha distancia del ciclismo, la gimnasia y el yudo, con tres victorias) se cuecen pacientemente en el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) Príncipe Felipe de Santander. Una nave rectangular en el puerto cántabro es el único centro de Europa que concentra a toda la tripulación olímpica de un país. Allí afinan sus barcos, sus cuerpos, su mente, desde Marina Alabau, el mayor talento del windsurf, número uno mundial desde hace más de un año, hasta Natalia Vía-Dufresne, que con 35 no ha podido desengancharse de la vela olímpica que descubrió en Barcelona 92 y ha vuelto a la competición tras un paseo por los cruceros.

Todo lo supervisa Jan Abascal, oro en Moscú 80 y director del equipo español
"Cubrimos todos los pasos para que quien empieza llegue a lo máximo", dice Abascal
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Los 16 regatistas que representarán a España en el mar sin viento (y con algas; ayer el ejército seguía con las tareas de limpieza) de Qingdao se cruzan por los pasillos de la residencia de Santander en un continuo ir y venir. Antón Paz (clase tornado) maniobra con el mástil para entrar su barco en el hangar, ampliado el año pasado y lleno de embarcaciones de todo tipo. "Aun así se queda pequeño", explica Antonio Bolado, el gerente del CEAR.

El centro cuenta con seis habitaciones y 36 camas, gimnasio, una sala de vídeo donde se analizan las regatas y una biblioteca en que se imparten clases para las titulaciones náuticas. Y todo, cada detalle, lo controla desde su despacho con una energía inagotable Alejandro Abascal, el primer oro de la vela española en Moscú en 1980 y ahora director de preparación olímpica del equipo nacional. "Llegué aquí en 1995, cuando trabajaba en el CAR de vela de Murcia, para arrancar este gran proyecto. Ahora tenemos un centro que cubre todos los pasos para que alguien que empiece en la vela pueda llegar a lo máximo, al equipo olímpico", explica Jan Abascal. "En la misma instalación tenemos al que viene a conocer la vela, cursos de iniciación, de perfeccionamiento, el que estudia técnicas de competición. Formamos a jueces de regatas, oficiales, medidores, monitores, entrenadores... Es un centro que hace de todo, y cada uno va viendo el paso siguiente que puede dar. La vela es un deporte que necesita mucha formación", añade Abascal.

Fuera de los tres grandes, los centros de Sant Cugat, Madrid y Granada, el de Santander perdió hace tres años la categoría de CAR pasa pasar a CEAR, es decir, una instalación especializada. "Y somos los únicos con todo el equipo olímpico de vela aquí. Hay clubes que tienen sus instalaciones, pero no está todo el equipo junto. En el extranjero tienen los clubes como nosotros antes, uno en Palamós, otro en Cádiz, Las Palmas... Los teníamos repartidos", cuenta Abascal. Con toda la tripulación navegando en el mismo mar, el equipo olímpico intercambia más información y mejoras entre los navegantes y sus técnicos. La federación invita incluso a tripulaciones extranjeras a compartir entrenamientos, pero siempre con el consentimiento de los entrenadores españoles. "Si vienen, es porque a nosotros nos interesa, porque es gente de la que puedes aprender algo, no al revés", razona Abascal.

El centro trabaja también en la cantera. Unos 100 niños realizan cursos mensuales en invierno y semanales en verano, y el Ayuntamiento de Santander patrocina días gratis de navegación entre los escolares. Jan, sin embargo, se queja de la falta de inversión en la vela. "En eso los ingleses son los mejores. En este periodo olímpico hemos hecho muy pocos progresos en investigación, porque no hemos tenido medios, y los resultados del futuro dependen de eso, sobre todo en el tema de las mediciones. Hay que sacar más información de los entrenamientos y las pruebas en el mar", apunta Abascal mientras echa un vistazo a un antiguo barco colgado del techo del CEAR. Es la embarcación con la que abrió en 1980 el camino a la larga lista de medallas en vela que espera ampliar en Pekín, ahora como director de preparación olímpica. "Estamos en la élite mundial. Soy un fanático de estos chicos", presume Abascal.

España se ha clasificado en 10 de las 11 clases olímpicas -sólo siete países en el mundo tienen representantes en más de ocho modalidades- y es segunda en la clasificación de la federación internacional, tras Australia. "Es el equipo más potente que hemos tenido en la historia, una medalla sería poco", asegura Abascal. La fábrica de medallas sigue a pleno rendimiento.

Iker Martínez y Xabi Fernández (en primer término a la derecha, clase 49er), Javier Hernández (laser standard) y Sandra Azón (yngling), en el CEAR de Santander en mayo.
Iker Martínez y Xabi Fernández (en primer término a la derecha, clase 49er), Javier Hernández (laser standard) y Sandra Azón (yngling), en el CEAR de Santander en mayo.JAVIER COTERA
Antón Paz (clase tornado) prepara su barco.
Antón Paz (clase tornado) prepara su barco.JAVIER COTERA

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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