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Otra final para España

Exhibición de Deulofeu y victoria cómoda de la selección sub 19 sobre una rústica Irlanda

El fútbol español está de enhorabuena. Ahora le tocó el turno a la selección sub 19, que, de la mano de un excepcional Deulofeu, barrió a Irlanda en las semifinales del Europeo con un juego trepidante, algo atascado en los minutos iniciales, pero de un nivel inalcanzable para el rústico combinado irlandés. El extremo del Barcelona hizo el primer gol y dio en bandeja el tercero, que zanjó el encuentro. Fue siempre una pesadilla por su movilidad, en ambas bandas, y justificó la fama que le precede. Con jugadores tan desequilibrantes, como también el fino Sarabia, España fue superior en todas las facetas, por lo que jugará su sexta final en las diez ediciones que se llevan disputadas del Europeo sub 19. Su rival será el lunes la República Checa, que batió a Serbia en la otra semifinal (4-2). España solo perdió una de estas finales, el año pasado, ante Francia.

ESPAÑA, 5 - REPÚBLICA DE IRLANDA, 0

España: Edgar Badía; Carvajal (Blázquez, m. 82), Sergi Gómez, Ignasi Mikel, Aurtenetxe; Rubén Pardo, Álex; Deulofeu (Alcácer, m. 80), Sarabia (Muñiz, m. 66), Juanmi; y Morata. No utilizados: Ortolá; Campaña, Ramalho y Borja.

República de Irlanda: McCarey; Shaughnessy, Egan, O'Connor, Williams; Hendrick, O'Sullivan; Murray (Knigth, m. 71) Carruthers (Wearen, m. 61), Forde; y Murphy (Smith, m. 46). No utilizados: McDermont; Walter y Ferdinand.

Goles: 1-0. M. 27. Deulofeu. 2-0. M. 39. Sarabia. 3-0. M. 46. Juanmi. 4-0. M. 78. Morata. 5-0. M. 91. Morata, de penalti.

Árbitro: Clément Turpin (FRA). Amonestó a Hendrick, Murray, McCarey y Carvajal.

Estadio de la Concordia, en Chiajna.

Bastó una decisión del seleccionador Ginés Meléndez para que el decorado del partido cambiase de forma radical. España se había atascado ante la buena defensa de Irlanda, sin complejos para afrontar el partido amontonando hombres en su campo. No se movió con destreza el conjunto español, al que le faltó paciencia en este primer tramo del choque.

Habían pasado 25 minutos y Meléndez, en busca de soluciones, mandó cambiar de banda a Deulofeu. Entonces, por la izquierda, recibió un buen pase de Sarabia para pegarle a pierna cambiada, anotar un golazo y aliviar la tensión del equipo español. Los españoles no solo se soltaron, sino que comenzaron a combinar de forma precisa y rápida. El tridente Deulofeu, Sarabia y Juanmi empezó a hacer estragos y los irlandeses, tan honrados como limitados, se limitaron a capear el temporal como buenamente pudieron. España volaba en cada combinación, moviendo el balón con rapidez, y, con espacios, ocurrió lo inevitable. Sarabia hizo el segundo, Juanmi el tercero nada más comenzar la segunda parte, tras jugadón de Deulofeu, y la final del Europeo estaba en el bolsillo. Descolocados y con una presión inútil y vulnerable, España pasó por encima se su contrincante. Las ocasiones, de Sarabia, de Morata y de Juanmi, se sucedieron una tras otra. Solo el meta McCarey evitó un resultado mucho más abultado. La guinda llegó con los dos tantos finales, que afianzan a Morata como máximo goleador del torneo con seis dianas.

Irlanda no tuvo más remedio que rendirse, impotente y a años luz de los españoles, que solo encontraron cierta amargura en una tarde feliz con la lesión del lateral Carvajal, a ocho minutos del final. Campeona del mundo y de Europa en categoría absoluta, y de Europa sub 21, España saboreó un nuevo éxito con la sub 19 en unos años de auténtico ensueño para el fútbol nacional.

Deulofeu celebra un gol.
Deulofeu celebra un gol.DANIEL MIHAILESCU (AFP)

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